Libros no leídos.
Películas no vistas.
Música querida que se vuelve a oír.
Series nuevas.
Partidas famosas de ajedrez nunca reproducidas.
Juegos no jugados.
Cercanas conversaciones telefónicas con los que ahora parecen estar lejos.
Mensajes de solidaridad enviados y recibidos.
Recuerdos nunca olvidados con la amada compañera.
Meditaciones acerca del ayer; acciones postergadas antes y realizadas hoy; proyectos para el porvenir.
Arreglar lo desarreglado; poner orden en lo desordenado; descartar lo no necesitado.
Hacer un alto en el camino para decir una callada acción de gracias por tantas bendiciones recibidas, por tantos inmerecidos dones disfrutados.
Y pensar. Pensar en lo que ha sido, en lo que es y en los que será.
¡Caramba! ¡Si no fuera por los daños que causa sentiría la inexplicable tentación de agradecer este forzado encierro!
¡Hasta mañana!..