Sueños de un joven circense

Al final de su pubertad, el teatro musical le abrió el telón de la vida. Fernando Atayde fue cautivado a los 14 años por el brillo de los escenarios. Justamente el día de su cumpleaños número 15, hizo su debut en la obra José El Soñador, bajo las luces del Teatro Nazas, gracias a Juan José Carrillo, su mentor y director de la academia Talentos.

El nuevo mundo que se abrió ante sus ojos supuso un torrente de disciplinas artísticas: actuación, canto, baile. Gracias a esto último, desarrolló mucha flexibilidad en su cuerpo. Fernando se percató de su aptitud emergente y le llamó mucho más la atención que cantar y bailar.

En propia voz, Fernando comenta que otra iluminación le sucedió en 2012, mientras veía en su televisión los juegos olímpicos que se celebraban en Londres. En ese momento conoció la gimnasia y el asombro acentuó en sus ojos.

"De niño recuerdo que hacía marometas en las piñatas, en la cama elástica, pero no sabía que había un deporte que se dedicara a eso. Me llamó mucho la atención y dije que quería hacer gimnasia".

Lo que comenzó como una actividad lúdica, no tardó en enraizarse dentro de la vida de Fernando. La gimnasia tomó seriedad y a 11 meses de iniciar su entrenamiento profesional, el joven lagunero logró hacerse de un lugar para competir en su primer campeonato nacional en Monterrey, repitiendo la misma hazaña al año siguiente.

DECISIONES

Elegir su destino profesional tras terminar la preparatoria fue una cuestión delicada. Un semestre en la licenciatura de Administración de Empresas, en Tec Milenio, le bastó para percatarse de que ése no era su camino.

"Yo realmente quería algo que se asimilara a mi deporte, porque realmente es lo que me llamaba, es mi pasión".

Fernando se dio un año sabático para reflexionar su decisión. En el transcurso recibió la invitación de una amiga para vacacionar en Las Vegas. En los oídos del joven ya había sonado la existencia del Cirque du Soleil, pero no pensó ver carteles de la compañía en cada esquina de la ciudad más grande de Nevada.

"Empecé a investigar sobre la empresa y dije: '¡Yo quiero hacer esto!'. Se asimila, porque mi sueño siempre fue llegar a juegos olímpicos, pero obviamente empecé en una edad grande y sería un poco más complicado. Quiero algo que se asimile más y que yo puedo lograr, y es el Cirque du Soleil, los espectáculos y demás".

Su regreso a La Laguna duró apenas un par de semanas. Retornó a Las Vegas para estudiar inglés en lo que decidía el rubro de su futuro profesional. Fernando trataba de atender sus asuntos escolares y mantenerse en forma, aunque sin entrenar gimnasia debido a lo costoso que le resultaba. Tras seis meses volvió a Torreón y cruzó de nuevo la frontera para instalarse en Houston.

En la urbe texana, el destino lo volvió a tomar de la mano. Allí reanudó su entrenamiento gimnástico y tras cuatro meses, se enteró de que el Circo Hermanos Vázquez visitaría la ciudad y sus integrantes entrenarían precisamente en el gimnasio donde ejecutaba sus rutinas.

Como un viajero en el desierto, Fernando supo interpretar la señal. Abordó a Adam Vázquez, un artista del circo, le compartió sus intenciones incursionar en el mundo circense y consiguió el contacto de uno de los primos de Adam para poder entrenar con él. Ese primo residía en Las Vegas. La vida de Fernando se dibujaba con insistencia en Nevada.

AUDICIONES

Un año antes de que el Circo de los Hermanos Vázquez se le cruzara en Houston, Fernando Atayde ya había realizado una audición de danza para el Cirque du Soleil junto a otros 450 artistas.

Después llegó a audicionar para Le Reve The Dream Show, un espectáculo creado por Franco Dragone y considerado el mejor show en Las Vegas por nueve años consecutivos. Este show se da sobre un escenario circular, junto a un ballet acuático y es presentado en el hotel Wynn.

El joven pasó los primeros filtros y fue llamado nuevamente para una prueba privada junto a 10 aspirantes. Gracias a eso, Fernando Atayde logró entrar en el sistema de la empresa para prepararse como un artista a futuro.

"Estar dentro del sistema quiere decir que estás en lista de espera. En lo que hay un lugar disponible para ti es cuando ellos te van a hablar y hacer un contrato."

Pese a este logro, el artista no debe bajar el ritmo de su entrenamiento. Los avisos para las pruebas se dan de un día para otro, por lo que Fernando trata de mantenerse mentalizado y firme en su objetivo: trabajar como artistas para un espectáculo en Las Vegas.

La próxima audición que Fernando Atayde realizará será en abril, junto a otros 40 artistas. Tendrá que batirse en pruebas de fuerza, flexibilidad y baile. Su meta es llegar a la prueba de natación, que es la más importante del reto, por lo que ha buscado el apoyo de los ciudadanos laguneros.

"Entre más pruebas hagas te tienen en la mira. Dicen: 'Este muchacho ya audicionó varias veces'. Y si las pasas todas es más grande la posibilidad de que ya te agarren".

Con el paso de las audiciones, una seguridad ha aparecido en el semblante de Fernando. Los nervios cada vez se difuminan más hasta permitir que el mismo joven reconozca el talento que habita en él. Hasta ahora se especializa en las disciplinas de aerial straps, trapecios, tumbling y natación.

AGRADECIDO

A sus 21 años, Fernando Atayde es una persona agradecida. La luz que ha iluminado su camino no lo ciega y reconoce a aquellos que le han otorgado una mano en el transcurso de su aventura.

Entre esa gente destaca a Venko Escuela de Gimnasia y su directora Mary Carmen Rodríguez (lugar que le permite entrenar sin costo durante sus estancias en Torreón), al centro YMCA y a su director Roberto Román, también a Rosabi Serrato, quien fuese su entrenadora de natación, a Juan José Carrillo, su mentor en teatro y, por supuesto, a su familia.

Fernando Atayde considera que sea lo que sea lo que una persona quiera en la vida, debe quererlo de corazón. La confianza en sí mismo es fundamental. "Si no lo crees tú, nadie más lo va hacer por ti".

Afirma que ha tenido días difíciles, donde la desmotivación y la distancia con su familia lo abruman. Pero una frase escrita en el cuaderno de su historia siempre lo invita a dar el extra: "Es tu única vida para hacerlo, realmente no va a haber otro momento en que lo puedas hacer".