Ya termina el año 2019 y con él se lleva fracasos, triunfos, buenos deseos no cumplidos y nuevamente propósitos para el año que se inicia. Tal vez pasó demasiado rápido y no se alcanzó a realizar lo realizable, sin embargo aquí estamos nuevamente. . . un año que termina y otro que empieza, no hay lapso de tiempo entre uno y otro así que apurémonos a vivir el nuevo año mejor que nunca. Ahora necesitamos meditar sobre nosotros mismos, hacer un alto en el camino de la vida y darnos cuenta y practicar lo bueno que sería aquello que nos beneficia tanto. Pensar cómo mejorar nuestra persona, en el trabajo, en la escuela, como hijo, padre, hermano o alumno, en fin, tenemos una misión tan delicada en ésta vida que requiere reflexión y entrega cada día, no cada año.
Más que nunca el mundo de hoy requiere paz. . . paz que debe empezar en nuestro propio hogar. . . y como modelo transmitirlo a los demás. Que los valores de nuestra conducta trasciendan a lo divino y no se estanquen en puros valores humanos, hedonistas o económicos. . . Termina un año más, pero no la vida, tenemos muchos retos que realizar, ¡hay mucho que hacer!, es mentira que somos muchos, que hay sobrepoblación y que ya están haciendo lo que harías, esa es una justificante sin bases, más aún, si más somos, más se necesita de nuestra persona, no importa la edad, condición social, económica, religiosa o nos encontremos en cualquier lugar. Los requerimientos van en aumento y debemos dar una respuesta pronta, positiva y atinada, con dedicación y entrega. . . que no nos gane la apatía y el descontento, siempre hay una razón para vivir, para pasar de un año a otro, de un día a otro, tenemos el privilegio de ser seres humanos, comportémonos como tal.
Fuera mediocridades de nuestro diario quehacer, México necesita personas intrépidas, decididas, con gran capacidad de decisión, sobre todo para este año de gran trascendencia para el futuro del país.
Necesitamos paz y armonía en nuestro México, en nuestra ciudad, pongamos nuestro gran grano de arena para lograrlo. Fuera violencias que acaban con el progreso nacional y la estabilidad social. Unámonos desde el seno familiar en oración y entrega benéfica a los demás, seamos corteses y agradecidos, hagamos el bien siempre.
Cuidemos a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, no son el futuro de México, son el hoy, que se reflejará en la buena educación, conquistando valores humanos, intelectuales, morales y religiosos. De esas personas que hacen falta en toda época para el verdadero desarrollo social, intelectual, económico y cultural en cualquier parte del mundo, que vive deshumanizado, con una crisis existencial, confundida y egoísta, que atenta a todo desarrollo y que sin buscar culpables, se fundamenta en el núcleo familiar.
Que esa luz de esperanza ilumine nuestra vida y la conservemos con verdadero cariño, optimismo y entrega en beneficio de los demás y nosotros mismos. Que en este año 2020 esa luz adquiera nuevo brillo para la vida de cada uno de nosotros y nunca se extinga sino que la cuidemos siempre y demos abundantes frutos.
Un sincero y cariñoso abrazo de año nuevo para todos. Abundantes bendiciones para cada hogar de nuestra queridísima Comarca Lagunera y perdure todo el 2020.