Un personaje que debemos siempre de tener presente es don Adolfo Aymes, quien con su grande iniciativa logró que en la entonces colonia estación del Torreón, diera inicio el establecimiento de aquellas jóvenes industrias torreonenses que fueron factor determinante para que nuestra futura gran ciudad fuera ocupando un lugar por demás prominente entre los centros de población existentes en México, para finales del siglo XIX y que en un momento dado alcanzara un primerísimo lugar entre las mismas por el gran crecimiento ocasionado al crearse fábricas e industrias que generaron otras actividades grandemente productivas.
El destacado personaje del que hoy nos ocupamos fue originario de Pierrerne, Bajos Alpes de Francia en donde nació en 1850 habiendo estudiado la carrera de comercio, para después en el año de 1880 trasladarse a México, habiendo llegado para radicar en Mapimí Durango en tal población don Luis Veyán quien además de industrial estaba dedicado a la agricultura, le ofreció trabajo como administrador de la fábrica de hilados y tejidos "La constancia" y de su hacienda agrícola y ganadera, responsabilidades en las que destacó por su dedicación e iniciativa en el manejo de ambas responsabilidades, resultando del todo positiva su labor.
Don Adolfo Aymes contrajo matrimonio con Luisa Veyán quien era hermana de su socio y amigo don Luis Veyán, por tal motivo los lazos entre ambos se hicieron más fuertes. Con gran visión nuestro personaje al ver el impulso que el ferrocarril daba a estas tierras decidió junto con su socio el traslado de su fábrica para la colonia estación del Torreón, para lo cual solicitó al entonces gobernador del Estado de Coahuila, Coronel José María Garza Galán, exención de impuestos para iniciar sus labores a lo que accedió el gobernador emitiendo un decreto el 25 de febrero de 1889 e iniciando labores la fábrica de hilados y tejidos el 1 de agosto de 1890.
Ante la pregunta del Coronel Garza Galán, respecto a que le aconsejaba para lograr el desarrollo inmediato de la Colonia Torreonense, la respuesta del señor Aymes, fue en el sentido de que se le concedieran franquicias a todo el que deseara establecer una fábrica en tal localidad lo que fue aceptado y tal sugerencia de nuestro personaje fue aprovechada por un gran número de inversionistas los que a partir de 1890 establecieron grandes y pequeñas industrias con lo que se generó un gran crecimiento y sobre todo se logró el gran progreso que se dio en estas tierras gracias a la iniciativa de quien ha sido incorporado a la gran galería de hombres que aportaron sus iniciativas para al progreso y crecimiento de nuestra gran ciudad.
