Vacío cultural de un museo

La entrada principal está cerrada, pues apenas el pasado martes 30 de julio un taxi derribó la reja que ahora trata de mantenerse erguida en el abrazo de una cadena.

Entonces, para entrar al museo de la Revolución hay que caminar a la esquina de Lerdo de Tejada y Gregorio A. García, girar a la derecha y andar hasta llegar al portón verde de la cochera. Allí, entre grafitis y dos letreros de "no estacionarse", un pequeño cartelón aparece con la leyenda: "Entrada".

Todavía hay que empujar el portón para adentrarse en la tranquilidad del lugar. Al interior de la finca sólo se escucha el cantar de algunos pájaros y el caer del agua cuando uno de los empleados riega parte del jardín. Nadie recibe, el sosiego es el anfitrión.

El visitante debe cruzar un escenario y rodear la excasa del doctor Wong Lim para subir una pequeña escalinata y dar con la entrada al museo. Al llegar a la recepción, el personal le indica al ciudadano que puede hacer su recorrido en solitario o con la narración de un guía.

El recorrido por el inmueble dura alrededor de 10 minutos. Éste aguarda tesoros históricos como un sombrero de Pancho Villa y su discurso museográfico abre el imaginario para el desenvolvimiento de la Revolución Mexicana en la región. Cada sala es ambientada con una pieza sonora referente al movimiento armado. La guía del personal ayuda a comprender la historia.

No obstante, las pantallas y los dispositivos multimedia que se supone deben ofrecer una experiencia interactiva, no funcionan. Lo que se le explica al visitante es que "desde hace tiempo están así" y que puede poner un comentario al respecto en el libro de visitas.

Al preguntar por Silvia Castro, directora del recinto, la respuesta de una de las guías fue: "Creo que hoy no viene".

Al día siguiente se volvió a visitar el lugar para solicitar una entrevista con la directora, pero ella regresaría hasta el martes 6 de agosto. Semanas anteriores, compañeros de El Siglo de Torreón también acudieron al museo y no encontraron a la directora ni el viernes 19 ni el miércoles 24 ni el jueves 25 de julio.

SIN DIFUSIÓN

En doctor Wong Lim construyó la casa en 1905. Ésta se asienta en una base de piedra procedente del cerro de las Noas. La estructura de ladrillo se encuentra en medio de una finca con grandes jardines, donde antiguamente se sembraban hortalizas para darle empleo a migrantes chinos.

En 2007, una parte del inmueble fue donada y otra parte fue adquirida por la administración estatal de Humberto Moreira para la instauración de un museo.

Actualmente, el edificio pertenece a la Red de Museos Estatales junto a otros recintos coahuilenses como el museo de la Revolución Mexicana de Saltillo o el museo Madero de San Pedro de las Colonias. Además del teatro Salvador Novo, es el único recinto cultural de Torreón que pertenece al gobierno del Estado de Coahuila, después de que Casa de Cantera (que aún es propiedad vigente del ICOCULT), fuese cedida en comodato al ayuntamiento de Torreón y el Centro de Iniciación Artística Pilar Rioja (CINART) también fuese facilitado en comodato al Instituto Coahuilense de Música.

El museo de la Revolución es el único en toda la entidad que cierra dos días a la semana, incluido el domingo (que por lo general es el día en que más afluencia tiene un museo), aunque en su entrada hay un letrero donde se menciona que el horario oficial es de "martes a domingo", de las 10 a las 18 horas.

Respecto a las actividades culturales, el personal sólo mencionó que habían terminado una semana antes.

Sin embargo, la difusión del museo es pobre comparada con otros centros culturales de la ciudad. Su último post en su página de Facebook data del 22 de mayo. Mientras que en la página oficial de la Secretaría de Cultura de Coahuila, lo último que se compartió sobre las actividades del museo fue una nota del 15 de junio, referente a los "sábados culturales", actividad que es organizada por la Coordinación de la Secretaría de Cultura en La Laguna.

Por lo que para el ciudadano, resulta difícil enterarse de las actividades que ofrece el recinto y se cuestiona la falta de talleres permanentes, presentaciones de libro, exposiciones temporales, y foros de discusión que pudieran generarse ahí en torno a la Revolución Mexicana.

¿QUÉ DICE LA COORDINACIÓN?

Ruth Idalia Ysais Antuna, coordinadora estatal de cultura en la región, declaró que a la dependencia que dirige no le corresponde la administración ni las decisiones tomadas en torno al museo de la Revolución, ya que esto se centraliza directamente en Saltillo a través de la Dirección General de Museos, Historia y Patrimonio Cultural, encabezada por el profesor Andrés Mendoza Salas.

Al preguntarte sobre cuál es relación entre la Coordinación y el museo, su respuesta fue:

"Como todo lo que sea del gobierno del Estado en cultura, pero hay diferentes áreas y diferentes directores generales en Saltillo. Tú sabes que todas las regiones tienen un representante, pero dependemos de que todas las decisiones generales están centralizadas en Saltillo: el manejo de presupuesto, las actividades diseñadas. Nosotros (la Coordinación) hacemos nuestras propia propuesta y nos dan todo el apoyo en los municipios que nos corresponden".

Indicó que su única participación en el museo es a través de los "sábados culturales", donde, dijo, llevan a alrededor de 70 personas cada semana provenientes de universidades y otros centros escolares. Pero es una actividad propiciada por la Coordinación de la Secretaria de Cultura, no por el museo.

Según datos proporcionados por documentos como la estructura orgánica de la Secretaria de Cultura de Coahuila y el Presupuesto de Egresos del Estado, el gobierno de Coahuila se encarga de cubrir más de 77 mil pesos mensuales en concepto de sueldos para 10 trabajadores del museo, además de lo necesario en materia de infraestructura, pago de luz, agua, teléfono, Internet, así como papel, jabón e insumos para la limpieza del interior del museo y de los jardines.