A finales del año que recién termina, escuchamos y leímos en medios locales y nacionales sobre la publicación que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) presentó en la Ciudad de México, en la que mide y evalúa la competitividad de las principales ciudades y zonas económicas de México. En palabras de Fátima Masse, coordinadora de proyectos en IMCO, la competitividad puede resumirse como la capacidad de atraer y retener talento de las zonas urbanas que se evalúan a través de su metodología.
En este sentido, quienes conocen las generalidades de la vida económica y social de nuestra Comarca Lagunera podrán reconocer que se trata, en efecto, de una región que en las últimas décadas ha perdido su capacidad de retener a los jóvenes que egresan de nuestras universidades, por factores y motivos que ya han sido analizados desde diferentes perspectivas, y coinciden casi siempre en que la zona metropolitana no ha logrado ofrecerles condiciones atractivas de desarrollo profesional ni humano. Según la última encuesta de percepción publicada por el Observatorio de la Laguna, por ejemplo, siete de cada diez jóvenes se irían de La Laguna si pudieran este 2018.
En el Índice de Competitividad Urbana de IMCO 2018 (que mide el comportamiento de distintas variables entre 2014 y 2016), la Zona Metropolitana de La Laguna quedó ubicada en el lugar 47 de 73 ciudades evaluadas. Es decir, que según esta medición, contamos con una capacidad media baja para atraer y retener talento. El Índice de Competitividad Global 2017-2018 publicado por el Foro Económico Mundial (WEF), por otro lado, ubica a México en el lugar 51 de 137 economías a nivel mundial en lo que para ellos significa el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país.
Para Fernanda García, analista colombiana especializada en finanzas, la competitividad constituye la capacidad de una economía (ya sean países, ciudades o empresas) para enfrentar las crisis asegurando su productividad, e introduce un término que para Fomec se ha convertido en razón de ser y objetivo de la asociación: la prosperidad. García asegura que tanto empresas como naciones deben trabajar en construir pilares sólidos para garantizar una prosperidad sostenida a mediano y largo plazo para sus habitantes, trabajadores e inversionistas.
Los factores que toman en cuenta tanto IMCO como el WEF para medir la competitividad son similares: gobernanza, salud, educación, innovación, infraestructura, entre otros. De tal forma que tanto gobiernos como empresas, universidades y organizaciones de la sociedad civil estamos llamados a colaborar en el diseño y operación de planes estratégicos encaminados a mejorar las condiciones sociales, políticas y económicas de nuestras entidades para lograr metas de desarrollo sostenible a través del tiempo.
La Laguna, como hemos advertido en los párrafos anteriores, es medida por IMCO como una zona metropolitana y no en la particularidad de sus municipios. Así que, además de los retos comunes al resto de las zonas urbanas en México, acá debemos considerar las dificultades y oportunidades que yacen en la diversidad y las fronteras políticas que dividen nuestra región. Esta condición enmarcada en una legislación relativamente nueva a nivel federal y local, dio pie a un capítulo especial en el informe presentado por IMCO este 2018. En la próxima entrega de este espacio que Fomec Laguna empieza hoy a compartir con lectores de El Siglo de Torreón, compartiremos los hallazgos del texto "Zonas Metropolitanas vs. Autoridades fragmentadas", autoría del investigador Oscar Ruiz.
