Completo. El proyecto de reestructuración de las salas del Museo Regional de La Laguna incluye nuevo guión, iluminación y el aumento de su acervo patrimonial. (CORTESÍA)
Desde su inauguración, en noviembre de 1976, el Museo Regional de La Laguna, ha contado con varias remodelaciones, intervenciones y mejoras, pero ninguna integral, sobre todo en su salas permanentes, y este año, gracias a un proyecto aprobado por parte de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se realizará una reestructuración a las salas más importantes del espacio.
Las salas permanentes contarán con un nuevo guión científico, cédulas integrales, y una ambicioso proyecto de iluminación, que incluye desde el cambio del alambrado, las cajas de control y las lamparás, hasta los centros de carga; además de un gran acervo que será itinerado en las nuevas salas del museo, explicó José Francisco Aguilar, delegado del INAH en Cohuila.
"Está intervención incluirá muros museográficos, se van a modificar nichos, se cambiarán vitrinas, y algo muy importante es que dentro del guión se están incluyendo muchas de las piezas que al INAH, le repatrió la Secretaría de Relaciones Exteriores, en un convenio que hubo de repatriación de patrimonio, entre las que se incluyen cerca de 900 piezas provenientes de saqueo, que la Procuraduría General de la República y el Gobierno de los Estados Unidos confiscaron", explicó el funcionario.
Entre ese patrimonio que se exhibirá en las nuevas salas del museo ubicado al interior del Bosque Venustiano Carranza, hay piezas de cestería, textiles, cerámica y objetos invaluables que enriquecerán el discurso museográfico del espacio, complementando con la colección que ya se encuentra en el museo.
Las piezas entregadas por el gobierno federal al museo, ya se encuentran en Saltillo, terminando el proceso de clasificación, y el acervo de museo regional, pasará de cerca de tres mil 700 piezas, a más de cuatro mil 500; y para está nueva etapa, la intención es darle vuelta a la colección, comenta el delegado del INAH, y no tener siempre las mismas piezas en vitrina.
"Porque además las piezas necesitan mínimo un descanso de tres meses, se pueden tener, por ejemplo, un año en exhibición, y luego hay que dejarlas reposar en un lugar con humedad controlada y condiciones especificas; además las salas cambiarán su sistema de refrigeración, para mayor cuidado del patrimonio", puntualizó Francisco Aguilar.
