Saldo. La sequía también afectó el ciclo de celo de los animales y se atrasó el período en el que las vacas son preñadas.
Derivado de los 10 meses de intensa sequía registrada en la entidad, el impacto fue negativo para los ganaderos, quienes debieron destetar a sus becerros antes de tiempo y venderlos con menos peso, lo que representó una pérdida económica superior a los mil millones de pesos, aunado a que dicha situación también retrasará la cosecha de becerros.
Olegario Ramón Lozoya, dirigente de la Unión Ganadera Regional de Coahuila, detalló que el impacto de la larga sequía en Coahuila fue de manera inmediata en los ingresos de los productores al momento de exportar becerros, pues se vendieron a menos peso. Sin embargo, el impacto también se reflejará con el desfase en los empares de las vacas.