El Quijote II, 5
Sancho Panza llega muy contento a su casa porque pronto don Quijote llevará a cabo su tercera salida en busca de aventuras y él le acompañará como escudero. Le dice a Teresa, su mujer, que no tardará en verse gobernador de una ínsula, lo cual a ella no le agrada mucho.
Le pide tenga presente que el hijo de ambos, Sanchico, "tiene ya quince años cabales, y es razón de que vaya a la escuela". Y que Mari Sancha, la hija, "no se morirá si la casamos: que me va dando barruntos que desea tener marido como vos deseáis veros con gobierno", le dice también Teresa.
Sancho le responde que si él llega a ser gobernador la casará "tan altamente, que no la alcancen sino a llamarla señoría". Teresa le expresa su desacuerdo y opina que lo más acertado es casarla con alguien de su misma condición. Discuten sobre el punto y el escudero un tanto molesto dice a su mujer:
"-¿Por qué quieres tú ahora, sin qué ni para qué, estorbarme que no case a mi hija con quien me dé nietos que me llamen señoría? Mira, Teresa: siempre he oído decir a mis mayores que EL QUE NO SABE GOZAR DE LA VENTURA CUANDO LE VIENE, NO SE DEBE QUEJAR SI SE LE PASA".
A través de este refrán que ha oído decir a sus mayores, Sancho hace notar la conveniencia de aprovechar las oportunidades cuando se presentan y después no quejarse de no haberlo hecho. En general la sentencia recomienda disfrutar de las cosas mientras se pueda.
@jagarciavilla
