EL SIGLO DE TORREÓN
Toman padres de familia instalaciones del plantel Lázaro Cárdenas
MATAMOROS, COAH.- Ante el temor de que el techo cayera sobre sus niños, alrededor de 40 padres de familia de la escuela Lázaro Cárdenas, decidieron tomar las instalaciones hasta que se ofreciera una solución definitiva al problema.
En el salón de cuarto grado de esta escuela el techo está “curveado”, pues según comentan los padres de familia, desde que se construyó esta aula nunca quedó bien, hace alrededor de cuatro años.
A pesar de ello, los niños tenían las clases aquí, hasta que sus padres se inconformaron y los directivos enviaron a todo el grupo al turno vespertino para que tomaran sus clases en otro salón, pero esto interfería con las actividades de los progenitores, que rechazaron la propuesta.
Oralia Román, quien tiene a su niña en esta escuela, explicó que era una situación muy peligrosa. La madre de familia comentó que se realizó una hamburguesada y cada niño vendió dos boletos, de 20 pesos cada uno, con cerca de 500 unidades, lo que generaría fondos para la escuela y con ello, la oportunidad de arreglar este imperfecto.
Sin embargo, el director del turno matutino, José Camilo Molina Reyes, señaló que el Estado se encargaría de cubrir el monto correspondiente a la reparación del salón, pues correspondía al departamento de Infraestructura, por lo que el recurso de las hamburguesas se destinaría a prioridades de la escuela.
Para obtener una respuesta inmediata, los progenitores tomaron las instalaciones cerca de las 7:30 de la mañana. Molina Reyes les informó de la cuestión y acordaron finalmente que el grupo de niños de cuarto tomaría las clases en la dirección, mientras que el escritorio y demás artículos de Molina Reyes se trasladarían al aula peligrosa, donde de preferencia, no debía entrar persona alguna, hasta ser reparada.
Peligro
El aula de cuarto grado de la escuela Lázaro Cárdenas, fue construida con recursos propios de la entidad educativa. El techo está “curveado” desde su construcción, hace alrededor de cuatro años.
“En Saltillo ya están enterados del problema”, manifestó el director, José Camilo Molina Reyes, “los padres de familia se desesperaron y querían una solución rápida y definitiva, pero corresponde a los supervisores decidir si el aula se queda o se tumba.
“Mientras tanto, quedará restringida la entrada y ni los alumnos ni los maestros podrán entrar, para mayor seguridad”, agregó.
