El ritmo es algo muy difícil de explicar. Es curioso porque es de esas cosas que uno entiende, pero se le dificulta definir. El diccionario da varias definiciones que no son fácilmente interpretables. Además, la raíz de donde proviene la palabra tampoco ayuda mucho. El vocablo "ritmo" deriva de una palabra griega que significa "flujo".
Sea como fuere a este humilde servidor de usted, la palabra ritmo le hace evocar dos cosas: el control natal, por aquello de las mujeres que siguen el ritmo en función de su actividad sexual con su período menstrual para no embarazarse, y la música, especialmente aquella de muchos tambores y maracas que induce al baile irremediablemente, como es el caso por ejemplo del ritmo del mambo.
En 1948, cuando el que les habla - o sea, el que les escribe- era sólo un chicuelo, llegó a México un genial pianista cubano que tenía cara de foca y traía una enorme maleta llena de ritmo y alegría que es el ritmo del mambo.
Se llamaba Dámaso Pérez Prado, y con su creatividad y sus genialidades, puso a bailar a México y creo que a toda América, al son del mambo.
Nada más al llegar a nuestra tierra, Pérez Prado armó una magnífica orquesta con excelentes músicos mexicanos y desde sus inicios obtuvo una reacción inmediata y entusiasta de parte del público. En esa época, los discos eran sólo de dos piezas, una por cada lado, estaban hechos de una pasta muy frágil y giraban a razón de 78 RPM, que significa revoluciones por minuto.
El primer disco de Pérez Prado que salió al mercado traía "Qué rico el Mambo" por un lado y el "Mambo número cinco" por el otro, e inmediatamente se colocó en la categoría de gran éxito, mientras surgían por todas partes los bailarines (ellos y ellas) que agitaban su humanidad al ritmo del mambo.
También, con frenética velocidad, el "Rey del Mambo" empezó a lanzar nuevas composiciones, todas geniales y a veces no alcanzaba ni a ponerles nombre y las bautizaba sólo con un número, pero igual se colocaban todas en el pedestal de los éxitos.
Pronto el mambo se fue al cine y empezaron a surgir personajes como Adalberto Martínez "Resortes", Amalia Aguilar y muchos más, que llenaban la pantalla con sus movimientos estrambóticos que constituían un reto para el espectador, a quien le resultaba difícil quedarse quieto cuando el ritmo del mambo estaba en el aire.
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Vicente Ríos quiere saber qué significa "estar amancebados".
RESPUESTA:
Se dice de una pareja que están amancebados cuando hacen vida marital sin estar casados legalmente.
Y me retiro con esta reflexión: La ociosidad camina con tal lentitud, que todos los vicios la alcanzan.
¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.
