La depresión es controlable y permite al paciente tener una vida normal si se detecta y trata a tiempo. (ARCHIVO)
Se ha comprobado que la elevada autoestima, el apoyo familiar, la auto eficiencia y el temperamento fácil reducen el riesgo de que una persona padezca depresión y sus consecuencias, informa la Secretaría de Salud.
La depresión es una de las enfermedades más comunes en la práctica de la medicina, de manera particular en la consulta externa y se caracteriza por disminución del estado de ánimo que afecta el entorno biopsicosocial de las personas que la padecen.
Los factores de riesgo están relacionados con los trastornos comórbidos, la crianza, la regulación emocional, relaciones con pares y acontecimientos vitales.
La dependencia federal informó que los cuadros clínicos en los niños en edad preescolar son la tristeza, el llanto, los movimientos lentos y el habla monótona o desesperada, mientras que en los infantes de siete años, la irritabilidad, detención del desarrollo, el rechazo escolar, las quejas somáticas y las lágrimas inmotivadas.
Puntualizó que en los adolescentes el cuadro clínico es el retraimiento social, las dificultades escolares, la ideación y planeación del suicidio, las conductas negativas y agresivas, y el uso de sustancias.
En los adultos, los síntomas de depresión son un continuo estado de ánimo depresivo la mayor parte del día y disminución marcada del interés o la capacidad para sentir placer en casi todas las actividades.
Con el objetivo de prevenir y tratar esta enfermedad, la Secretaría recomendó acudir al especialista en caso de identificar en los familiares cualquiera de los síntomas para realizar un diagnóstico mediante una entrevista psiquiátrica.