Tanto las mujeres como los hombres, tras períodos de tiempo largos sin intimidad, tienden a dudar de su 'eficacia'. (ARCHIVO)
Sostener relaciones físicas íntimas con frecuencia aporta una gran cantidad de beneficios a la salud, como ya se ha difundido en anteriores ocasiones.
De acuerdo con un estudio de la Royal Infirmary de Edimburgo, en el Reino Unido, citado por la revista Muy Interesante, tener intimidad tres veces por semana rejuvenece el organismo y nos hace aparentar entre siete y doce años menos.
No obstante, si la frecuencia de relaciones es mínima o se entra en un periodo de abstinencia no voluntario, los efectos se vuelven negativos.
Y es que según la fuente en mención, tanto las mujeres como los hombres, tras períodos de tiempo largos sin intimidad, tienden "a dudar de su 'eficacia' y pueden sentir miedo de cara a la penetración tras el periodo de abstinencia. Sin embargo, se trata de una batalla meramente psicológica que con caricias, masajes y besos puede resolverse de cara a no tener dificultades para lubricar ni a sentir dolor durante el acto".
Lo curioso del asunto es que, de acuerdo con lo confirmado, si la abstinencia se produce por elección, los efectos negativos son nulos en la mayoría de los casos.
