No fue “un día normal”, y no precisamente porque los alrededores del antiguo Estadio Rosa Laguna perdieron su total calma, sino por las emociones que adentro de él vivieron las personas que acudieron al llamado de un colombiano que hizo realidad sus “sueños”, que le cantó a la “Luna” y que cual transfusión, entregó su “sangre” a todos los laguneros...
No fue “un día normal”, y no precisamente porque los alrededores del antiguo Estadio Rosa Laguna perdieron su total calma, sino por las emociones que adentro de él vivieron las personas que acudieron al llamado de un colombiano que hizo realidad sus “sueños”, que le cantó a la “Luna” y que cual transfusión, entregó su “sangre” a todos los laguneros...Fotos:El Siglo de Torreón 18 de abril de 2005.
publicada el 18 de abril de 2005