Ya con la ventaja de tres goles, las Chivas replegaron líneas y fueron atacados insistentemente por la artillería santista, que continuaba con la pólvora mojada, hasta las anotaciones del “Hachita”. Cuando quedaban pocos minutos por jugar, los Guerreros se volcaron al ataque pero de manera desorganizada, teniendo el empate primeramente Oribe Peralta, quien voló su remate, y después Édgar Castillo, de regular rendimiento, con un disparo que fue bien controlado por Luis Michel.
Ya con la ventaja de tres goles, las Chivas replegaron líneas y fueron atacados insistentemente por la artillería santista, que continuaba con la pólvora mojada, hasta las anotaciones del “Hachita”.
Cuando quedaban pocos minutos por jugar, los Guerreros se volcaron al ataque pero de manera desorganizada, teniendo el empate primeramente Oribe Peralta, quien voló su remate, y después Édgar Castillo, de regular rendimiento, con un disparo que fue bien controlado por Luis Michel.Foto: El Siglo de Torreón. El Universal
publicada el 29 de enero de 2007