Oswaldo Sánchez abandonó la cancha del estadio Corona con la impotencia marcada en el rostro, con la desilusión que provoca no cumplir uno de los sueños más anhelados.
Oswaldo Sánchez abandonó la cancha del estadio Corona con la impotencia marcada en el rostro, con la desilusión que provoca no cumplir uno de los sueños más anhelados.Foto: El Siglo de Torreón. El Universal
publicada el 29 de enero de 2007