Cuando se realiza ejercicio se corre riesgo de verse afectado con un desgarre.
La práctica del ejercicio físico es considerada como lo mejor que una persona puede hacer para mantener un buen estado de salud, pero someter a nuestro cuerpo a la actividad sin ciertas precauciones puede ocasionar efectos colaterales, como lesiones.
Y es potencial enemiga de quienes practican deportes con movimientos explosivos, como futbol, atletismo, basquetbol, tenis, volibol o ciclismo.
Un cambio de ritmo intempestivo en la carrera, una patada al balón, una salto brusco, son los típicos movimientos en los que el músculo corre riesgo de verse afectado con esta lesión, sobre todo si se está realizando en el contexto de un entrenamiento con cargas sin una supervisión correcta o no se llevó a cabo un calentamiento adecuado.
Este tipo de lesión es ocasionada por una sobrecarga de movimiento, siendo la causa más típica una contracción violenta con estiramiento excesivo simultáneo.
Ese dolor intenso que experimenta quien sufre esta lesión, es debido a que en el músculo se rompen y sangran las fibras del tejido; también por eso se produce un hematoma.
Las personas que realizan alguno de estos deportes seguramente les resultará familiar saber que los músculos que con más regularidad se lesionan con la llamada distensión muscular, son los de las piernas, los brazos, y espalda.
Hablaremos de los grados en que puede ocurrir la lesión:
• Lesión leve o de grado uno
Ocurre cuando se da un estiramiento o rotura de alguna fibra muscular. Si usted sufre este daño es posible que experimente una ligera molestia y aumento de volumen en la parte lastimada pero no tendrá problemas en la movilidad; quizá no sea consciente en un principio de que se ha lesionado, pero no se sorprenda si el dolor se hace presente después de su actividad física o al día siguiente.
• Lesión moderada o de grado dos
Hay ruptura moderada de fibras del músculo y el tendón; duele al tacto la zona afectada, se inflama y ahora sí, la movilidad se pierde. En este caso, seguramente el dolor lo obligará a abandonar su actividad deportiva al momento de sufrir esta lesión.
• La lesión más grave o de grado tres
Se presenta la rotura completa del vientre muscular, de la unión del músculo y el tendón o de la inserción del tendón. En este caso con la palpación se apreciará un defecto notable y amplio en la fibra muscular; habrá menos capacidad de movilidad y carga si es en miembros inferiores, y seguramente habrá un edema.
A reserva de acudir con un médico, uno de los primeros auxilios que podemos solicitar o prestar a alguien que sufra de un daño así, es la aplicación de hielo.
Ahora bien, la actividad física siempre será deseable para tener una mejor calidad de vida y las lesiones no deben disuadirnos, por lo que con medidas preventivas podemos disfrutar del deporte.
• Recordemos evitar el tiempo prolongado en la actividad deportiva pues la consecuencia puede ser que perdamos los beneficios conseguidos durante el entrenamiento como el fortalecimiento del músculo.
• Una nutrición adecuada previene el adelgazamiento de las fibras musculares.
• Antes de realizar cualquier actividad deportiva es importante realizar un correcto protocolo de calentamiento.
