El tema de la copa menstrual ha sonado con mayor fuerza entre las mujeres, la práctica, novedosa y reutilizable del utensilio menstrual. (ARCHIVO)
En la actualidad, el tema de la copa menstrual ha sonado con mayor fuerza entre las mujeres, la práctica, novedosa y reutilizable del utensilio menstrual tiene su origen desde hace más de cien años, y aunque ha tenido sus altas y bajas, hoy se posiciona nuevamente en el mercado.
La primera patente se remonta a principios del siglo XX, pero el Museo de la Menstruación y Salud de la Mujer en Maryland asegura que existían rudimentarias copas menstruales desde 1867.
Leona W. Chalmers fue la primera en presentar la patente de la copa menstrual, un recipiente fabricado con caucho vulcanizado, del cual hubo una gran difusión y venta durante aquella época.
Sin embargo, la empresa Kimberly-Clark (dueño de marcas como Kotex, Kleenex, Huggies, Scott) se asoció con Walt Disney y en 1946 presentó su documental sobre menstruación The Story of Menstruation, narrado con la voz de Blancanieves y presentado en los colegios e institutos junto a folletos publicitarios de productos de toallas sanitarias, tampones, planteando así una disputa en el mercado.
Esto obligó a Chalmer a cerrar su fábrica, ya que no había suficiente material y la queja de la usuarias que sentían la copa menstrual de látex pesada, incómoda y no estaban acostumbradas a manipular sus genitales y tocas sus partes íntimas.
Fue hasta este siglo cuando la silicona médica hipoalergénica se convirtió en la mejor y más saludable alternativa de higiene femenina para la menstruación.