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EL DIVÁN

EL ABUSO DE TODOS LOS DÍAS

Lic. José Antonio Miranda Hernández

Hace algunas semanas tratábamos el tema del abuso en las relaciones y las expectativas en torno a ellas. En principio mucha gente sólo relaciona la palabra abuso con alguna connotación sexual, dejando de lado los abusos que en muchas ocasiones consideramos como “normales” cuando en realidad pasan desapercibidos por la cotidianeidad con que se dan pero están muy lejos de ser considerados como actos no abusivos.

¿De qué tipo de abuso hablamos? ¿Se da sólo en relaciones disfuncionales? ¿Sólo en familias con problemas graves? Empecemos por definir una situación de este tipo pasada por alto. El hermano que decide ayudar a otro hermano quien le pide cierta cantidad de dinero para pagar algunas deudas. Accede porque lo ve preocupado y le angustia que no pueda salir adelante, sin embargo el deudor sale de la situación y no le paga el dinero pendiente al hermano. Éste se siente abusado y toma dos caminos, a mi parecer incorrectos, uno, se autoflagela y dice que es un tonto que como cayó en el engaño y eso le pasa por dejado y él tiene toda la responsabilidad. La segunda opción es escudarse en la generosidad y justificar que el acto se hizo como algo compasivo y obviamente él no es un mal hijo y hermano y sólo los justos van al cielo.

En los dos casos se está dejando de lado el principio fundamental de todas las relaciones sanas: la responsabilidad. ¿Cómo es esto? Pues implica que el deudor se haga responsable de su deuda y no deje al otro con la responsabilidad de pagarla y con la culpa por no poner limites claros. Sé que mí estimado lector pensará que el diván es amigo del Nacional Monte de Piedad y no se debe tener piedad con un solo peso adeudado, pero desafortunadamente el sujeto en cuestión van varias veces que “se la hace” a su hermano.

He aquí otro ejemplo. La madre que se siente poco querida y apreciada por su familia y que es generosa en esencia.

Sus hijos la buscan y se aprovechan de su virtud, pero en ningún momento toman consciencia de las necesidades de ella, porque su madre, por no brindar preocupaciones nunca les dice lo que necesita. El problema fundamental es que los hijos la seguirán utilizando o abusando de ella, y ella seguirá siendo así por el hecho de no quererse lo suficiente y pensar que el simple hecho de servir es muestra de cariño y que es aceptada por sus hijos.

¿Duro? ¿Difícil? ¿Duele? Por supuesto, porque estamos hablando de ejemplos cercanos o personales que a veces duele aceptar y preferimos decir que el divanero está tirando piedras a diestra y siniestra en esta semana santa que inicia por aquello de la culpa el perdón.

Sin embargo se pueden explicar estas situaciones desde la perspectiva psicológica o emocional, creo yo, del individuo o de las familias mexicanas.

Si me permite hablaríamos de límites. ¿Qué son los limites? Es un línea que uno marca para decirle al otro hasta dónde puede llegar y que la persona no se sienta invadida o controlada. En otras palabras saber decir “No”. El problema viene combinado con nuestra falta de autoestima y no saber valorar lo que queremos porque se nos ha enseñado que primero hay que pensar en el otro para ser buena persona y que si aceptas tus virtudes serás un presumido, y aquí viene la parte más importante: necesitamos sentirnos queridos.

¿Cómo es esto? Necesitamos sentirnos aceptados, queridos, amados, incluidos, pertenecidos, etc., si le seguimos le quitamos la chamba a Micha. Y desafortunadamente muchas de las veces aceptamos que nos quieran, pagando un precio muy alto como dejar de lado nuestras necesidades, deseos, sueños que son perfectamente válidos, pero muchas de las veces para ser conseguidos se necesita vivir nuestra soledad y aprender de ella, que es la única que nos llevará a conocernos íntimamente.

Yo le deseo mi estimado lector que estas fechas las tome para reflexionar sobre el sentido que usted le quiera dar a la semana mayor, pero sí le sugeriría que se diera tiempo para usted y pueda identificar los pequeños hechos en los que se abusa de su amor y generosidad, y así mismo empiece con cosas pequeñas que le ayudan a valorarse, quererse y amarse como es, para que en un futuro no muy lejano las personas amadas por usted valoren lo que usted es y no para lo que les puede servir.

www.soybuenonotonto.com

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