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COMENTARIO

Por: Gaby Vargas

El enemigo silencioso En la vida puede haber varios tipos de enemigos silenciosos; uno de ellos es como un pato: al verlo nadar en la superficie no te percatas del trabajo que realiza por debajo del agua; es dañino para la salud y nos puede llevar a serias enfermedades crónicas y a la muerte.

Este enemigo sigiloso suele sembrar sus semillas desde temprana edad; y aunque hoy te sientas bien quizá ya esté haciendo sus fechorías. El nombre del asesino es “inflamación silenciosa”. Se llama así porque crece por debajo de los umbrales del dolor, no se siente. “Eso es lo que lo hace tan peligroso”, afirma el doctor Barry Sears, autor de la famosa dieta La zona y de muchos libros, en especial The Antinflamation Zone, del cual tomo la información; al leerlo me pareció muy interesante y bien fundamentado.

Este tipo de inflamación que se presenta a nivel celular daña las arterias, destruye células del cerebro, deprime el sistema inmunológico y acelera el envejecimiento, entre otras cosas. Un estilo de vida sedentario, combinado con estrés, mala alimentación y sobrepeso son los medios favoritos para que el enemigo silencioso se reproduzca a sus anchas. Mas estar delgado no garantiza su ausencia.

La buena noticia es que con un simple análisis de sangre podemos saber cómo se encuentran los niveles de inflamación e insulina del cuerpo. De controlar al enemigo verás como en tres meses dichos niveles mejoran; y, de mantener el paso, tendrás mejor salud, mejor control sobre las emociones, vivirás más, lucirás más delgado, tendrás una mente más clara y mejor desempeño físico.

Recuerda que la comida es un poderoso instrumento que puede llevar a que te sientas mejor que nunca o, por el contrario, acabar con tu salud.

Resulta que la clave para lograr el máximo bienestar es mantener bajo control a un grupo de hormonas que son las guardianas de tu futura calidad de vida llamadas eicosanoides (prostaglandinas, tromboxanos, leucotrienos, hidroxiácidos). Para ello, Sears recomienda bajar el índice glicémico de los alimentos que consumimos; entre más alto sea éste, más insulina se producirá y mayor inflamación habrá.

La siguiente tabla expone la gran diferencia del índice glicémico (IG) que contiene una ración de: Vegetales sin almidón……1-5 Frutas………………………...….5-10 Granos y almidones (pasta, arroz, papas, pan)…20-30 Comida chatarra (papas, refrescos, dulces)……..20-30 En realidad sólo necesitas usar tu mano y ojo para determinar la carga de IG en los alimentos. Divide tu plato en tres partes iguales: una de proteína sin grasa del tamaño de la palma de tu mano y las otras dos de carbohidratos favorables como verduras y frutas. Nota: si deseas puedes comer una porción de arroz, pasta o pan del tamaño de la de proteína, pero como estos son alimentos altos en IG no debes añadir nada más.

Finalmente, para completar una comida en la “zona”, agrega un poco de grasas buenas como aceite de olivo, almendras o aguacate. A grandes rasgos, elimina: Harinas, galletas, pasta, panes, pasteles, arroz, papas y granos. Dulces, frutas enlatadas, mantequilla, margarina y aceites vegetales. De acuerdo a Sears, estos alimentos son veneno para tu futuro bienestar por la inflamación que generan.

Consume:

Omega 3, proteínas como pescado, pollo, pavo, carne, clara de huevos, queso cottage bajo en grasa, queso panela, atún y sardinas en lata, tofu o proteína en polvo. Muchas verduras sin almidón y frutas. Carbohidratos favorables como avena y cebada.

El balance y la moderación son los que conservan en equilibrio la insulina, te mantienen en forma y resultan lo más eficaz para combatir al enemigo invisible.

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