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El hijo de Salinas

Gran angular

RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS

Hace un par de años le informaba aquí que Carlos Emiliano Salinas Occeli, primogénito del expresidente Carlos Salinas de Gortari, había decidido dejar a un lado su profesión de economista, en la que igual que su padre completó el doctorado en Harvard, para dedicarse de tiempo completo a un programa de superación personal denominado Excecutive Succes Program (ESP) que conoció en Estados Unidos y que empezó a desarrollar con éxito aquí en México.

De acuerdo con aquella información, no cualquiera podía acceder al programa básicamente por dos razones: exigía niveles académicos altos, de preferencia posgrados, y era carísimo.

Ese programa, con filosofía exacerbadamente individualista, es la base del movimiento Inla'kech por la Paz, asociación civil representada aquí por el hijo del ex presidente y que dice plantear, desde la sociedad, soluciones a los problemas de violencia que aquejan al país.

Algunas de esas soluciones están contenidas en el discurso que Carlos Emiliano Salinas Occeli presentó en un reciente evento realizado en San Miguel Allende y llamado TEDx. Su exposición fue grabada y subida a YouTube, donde hasta ayer llevaba 380 mil 394 visitas. Ahí ha sido visto y escuchado por sectores de las clases media y alta que lo califican de "discursazo" y que lo ven como un líder nato.

Salinas Occeli identifica en su discurso lo que llama "victimización" como raíz del problema de México. ¿Qué es eso? En términos simples que la mayoría de los mexicanos nos hacemos las víctimas y nada emprendemos individualmente para resolver los problemas, lo cual no es del todo cierto, pues ignora diversos esfuerzos de organización social y política que hay en el país, y parece no tomar en cuenta problemas económicos y sociales estructurales como causa de la violencia que vivimos.

No dudo que las intenciones del hijo del expresidente sean buenas, pero no por eso debemos ignorar información sobre el ESP y el movimiento Inla'kech, que en los hechos operan como sectas.

Su antecedente es NXIVM (pronunciado nexium) que tiene conexiones con las más extravagantes y exitosas sectas de nuestros tiempos como la cienciología, todas ellas con una fuerte filosofía individualista y el mejoramiento personal antes que cualquier otra cosa. Se trata de una corporación basada en Albany, Nueva York, que fue la que empezó a aplicar el Programa del Éxito Ejecutivo, traducción al español de sus siglas.

Su creador, líder y gurú es Keith Raniere, quien exige a sus seguidores que lo llamen Vanguard. Los alumnos del ESP -del que Salinas Occeli es parte- se hacen llamar espians y saludan con reverencias a su líder y gurú.

NXIVM se define a sí mismo como "un notable avance en el entendimiento científico y psicodinámico" (¿?), como una herramienta educativa y tecnológica para "el cambio que la humanidad necesita para alterar el curso de la historia". La tecnología NXIVM es impartida a través de los cursos del ESP que "proveen los fundamentos prácticos y filosóficos necesarios para adquirir y construir las habilidades para el éxito". Un curso de 160 horas, impartido en Estados Unidos o en México (donde el hijo del expresidente es la máxima autoridad) cuesta siete mil 500 dólares y los alumnos -que están obligados a firmar un contrato de confidencialidad- pueden ganar comisiones si reclutan a nuevos educandos.

En 1990, ocho años antes de fundar ESP, Raniere había creado una "empresa multinivel" promotora de un concepto denominado "egoísmo ético". Esto le permitió en tres años acumular una fortuna de 50 millones de dólares, pero el negocio se vino abajo cuando el estado de Nueva York descubrió que la empresa operaba bajo el esquema ilegal de una pirámide y lo condenó a pagar una multa de 40 mil dólares.

Raniere y su lugarteniente Nancy Salman -quien se hace llamar La Prefecta- tienen denuncias de abuso sexual y de daños psicológicos a algunos estudiantes sensibles al estrés, según denunció Carlos Rueda, director de psiquitría del hospital de Nuestra Señora del Bronx, en Nueva York.

Pero otro dato duro que no puede soslayarse es que NXIVM ingresa por sus actividades 4 millones de dólares anuales.

Huele por tanto a manipulación, a una maniobra más para romper los trabajos de organización social y política que, a pesar de la descomposición, se hacen desde la sociedad civil y algunos sectores de la sociedad política.

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