GUARDE LAS TARJETAS
Las tarjetas que recibimos con motivo de alguna felicitación, ya sea de aniversario, Navidad, etc., pueden conservarse como agradable recuerdo. Puede guardar algunas en álbumes, y otras puede usarlas para hacer todo tipo de trabajos de arte (manteles individuales, papel para notas, etc.). Una forma de usarlas es haciendo cubiertas para las macetas que necesiten un toque de belleza. Primero, use tantas como necesite, de acuerdo al tamaño de la maceta, recortando cuando sea necesario. Mida la altura y el ancho y haga un cálculo de cuántas requerirá. Después haga hoyos en la tarjeta, en la parte superior, marcando cuántos hoyos se necesitan. Enlace las tarjetas uniéndolas con listón de color y haga moños con pedazos de listón. Átelo alrededor de la maceta y tendrá una hermosa cubierta con recuerdos agradables.
ESPECIAS
No las guarde nunca en alacenas, gabinetes o repisas que estén arriba de la estufa, pues el calor destruye su sabor. Y lo mismo sucede con toda clase de condimentos. El calor tiende a subir y naturalmente cuando la estufa está en uso, los lugares de almacenamiento que hay arriba de ella se calientan mucho. Guarde las especias, condimentos y productos enlatados y empacados en lugares frescos y secos. En las instalaciones de arriba de la estufa, ponga platos, utensilios y otras cosas, pero nunca substancias alimenticias. Y lo mejor es que los proteja con bolsas de plástico para mantenerlos limpios, ya que no sólo el calor tiende a subir, sino también la grasa y los vapores.
MELLAS EN VASOS DE CRISTAL
Para salvar un buen vaso de cristal que tiene una mella, llévelo a un restaurador o haga usted misma el trabajo en la forma siguiente: use una lija de las que sirven tanto para trabajar secas como mojadas. Adquiera una del No. 80 para alisar la mella y un grado más fino (el 100) para pulirla. Coloque la lija gruesa sobre una superficie plana, humedézcala con muy poca agua o con aceite de máquina de coser. Ahora frote el desperfecto sobre la lija con movimientos circulares y luego pula con la lija fina. El vaso le quedará bastante bien.
TRES POR UNA
No es necesario que se prive del placer de usar el lujoso polvo de baño a que está acostumbrada, porque ha subido de precio. Tome un recipiente grande y mezcle en él perfectamente una tercera parte de talco de bebé y dos terceras partes de maicena en polvo. Ésta absorberá el aroma del talco en unos cuantos días y usted tendrá tres cajas de polvo para su baño por el precio de una. Para mezclar bien los polvos, use un cernidor de harina y deles en él dos o tres pasadas. Luego llene su caja vacía y guarde muy bien el resto en un envase.
