Pre significa prioridad, antes; actitud preactiva significa planear tus actuaciones antes de que una situación se presente y actuar para que lo planeado resulte. Siendo preactiva tú anticipas una situación antes de que se presente, si decides incorporar la planeación en cada faceta de tu vida esto te va a proporcionar un gran poder.
Esta predisposición te ayudará a entender la importancia de estar preparada, de nunca rendirte ni a darte por vencida, con la seguridad de que se presenten dificultades y retos en la vida, estarás mejor preparada para ajustar tu proceder y actuar debidamente. Se trata de caminar con fe, sin permitir que tu visión te engañe.
Pronto o más tarde te enfrentas con retos que te sobrecogerán, sin embargo, esconderte frecuentemente detrás de tus temores, preocupaciones o dudas no es la solución. Muchas veces los comentarios negativos de otros contribuyen a nuestros fracasos, dañando el soporte que necesitamos para permanecer enfocadas y controladas. Aprender a manejar dificultades menores es un paso importante para mantener una actitud positiva.
Siempre que vayas a iniciarte en una nueva tarea hay un proceso que debes seguir para aprender las reglas. Lo más probable es que encuentres problemas y complejidades que fácilmente susciten ciertas actitudes tales como las siguientes:
•Dudas personales – “No estoy segura si podré hacer esto”
•Frustración – “¿Qué estoy haciendo mal?, parece que no resulta”.
•Miedo al fracaso – “Si no lo resuelvo, estoy fuera”.
•Ansiedad – “Esta es mi única oportunidad y la estoy desperdiciando”.
•Ira – “¡Déjenme sola! No soy una retrasada”.
•Víctima – “¿Por qué yo? ¡A nadie le importa lo que me pasa! ¿Por qué se me señala?”.
•Culpa – “Todo fue culpa mía”. Sé positiva, ten un verdadero plan y actúa, así estarás equipada para enfrentar cualquier reto, ¡mantén tu seguridad!
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