BANDERAZO DE SALIDA.- La Reina Madre de Inglaterra murió después de cumplir más de cien años de edad, lo que es sorprendente en cualquier ser humano, y más en una reina a quien le tocó vivir momentos muy difíciles durante su reinado: tensiones, problemas familiares, guerras e intrigas... Pero la Reina Madre –mamá de la actual soberana inglesa, Isabel II–, y cuyo verdadero nombre era Isabel Ángela Margarita Bowes-Lyon, siguió hasta sus últimos días apegada a su afición a las carreras de caballo y a sus martinis de ginebra y Dubonnet, de los que se afirma que bebía siempre tres antes de cenar, como si fueran agua... En su fiesta del centenario estuvieron los 37 miembros que forman la familia real británica, y seguía sosteniendo una vida social muy agitada: recibía una vez por semana a sus amigas en su residencia de Clarence House, donde servía opíparas comidas que ella era la primera en probar; buenos vinos y un animado chismorreo.
CURVA PELIGROSA.- Hasta sus cien años de edad, la Reina Madre alternó sus fines de semana entre el Castillo de Mey y el de Balmoral, las navidades en Sandrinham, y dos veces al mes iba a las carreras de caballos. Sufrió dos fracturas de cadera, no muy lejana una de la otra, pero dicen que eso no le impidió cambiar su ritmo de vida... Aunque supo mantener una imagen de mujer dulce y buena, sus allegados confiesan que era dura y fría cuando quería. “Nunca quiso a Lady Diana, la esposa de su nieto Carlos, y jamás lo ocultó”... Su mayor deseo, no logrado, fue ver a quién sucedería en el trono a su hija Isabel II. Ella quería estar a su lado en el balcón del Palacio de Buckingham, recibiendo una vez más el saludo cariñoso del pueblo inglés. Murió hace pocos años la Reina Madre. ¡Dios salve a la Reina!
RECTA FINAL.- Poco sabido, pero en 1866 se integró el primer equipo femenino de beisbol. Lo formaron alumnas del colegio Vassar, pero tuvo que desintegrarse porque no había otros equipos con quienes competir. * Éstas son las cosas que odian, y sobre las que más mienten los hombres: Su estatura (siempre agregan unos centímetros a los que en realidad tienen)... Que les digan lo que tienen que hacer (odian especialmente a las mujeres que les indican qué hacer cuando ellos manejan el coche)... Su pasado romántico (inventan romances y conquistas, siempre con mujeres bellísimas)... Sus conocimientos de mecánica automotriz (siempre andan hurgando en el motor del coche, aunque no entiendan nada)... Les gusta mentir sobre sus habilidades deportivas. Exageran el tamaño del pez que atraparon, aumentan lo que ganaron en una apuesta, y critican que el director de su equipo favorito de futbol no haya hecho lo que ellos piensan que debió hacer para ganar.
META.- Los hombres siempre mienten sobre cosas que consideran propias de mujeres. Por ejemplo, nunca confiesan que lloran, que tienen miedo, que son tiernos o que están temerosos de algo... El hombre le miente a la mujer sobre lo que ella usa, porque sabe que si le dice que el vestido que trae no le queda bien, ella lo odiará… También mienten al decirle lo bella que está, aunque tenga sus dudas... Un hombre jamás admitirá que pasó frente a un espejo y se detuvo para arreglarse, y estar bien en la cita romántica a la que se dirige, porque eso es cosa de mujeres. * Rey: el hombre y señor de su casa (siempre que tenga menos de tres años de edad).
