La improvisación en la escultura es ir dando forma a una figura, que se construye con materiales que se tienen a la mano, sin previo dibujo o bosquejo, aunque algunas veces hay un mínimo de dibujo.
Y eso es precisamente lo que hace Hilario Cordero para crear obras de arte, mismas que se han conjuntado en la exposición La Frescura de la Improvisación.
Esta muestra se presentó el martes pasado, en la galería de arte contemporáneo del Museo Histórico de la Ciudad Casa del Cerro, en donde se dieron cita distinguidas personalidades del ámbito cultural de la región y de nuestra sociedad.
El escultor pone o quita elementos, según va sintiendo en forma espontánea lo que se requiere para componer una obra, y todo esto motivado por una feroz necesidad de crear, y sobretodo cuando se trata de interpretar y no de representar la naturaleza.
¿Porqué frescura en la improvisación? Porque no interviene demasiado la razón en la esencia de la creatividad, sino la intuición; la razón del artista es la de un hombre moderno lleno de ego y de problemas sociales y personales que enturbian la pureza de la línea.
La razón sólo interviene en la composición y equilibrio de formas cóncavas y convexas, algo parecido al arte brut de los niños.
