Cuando los compradores en una tienda de autoservicio en Lerdo vieron llegar a soldados encapuchados y armados, pensaron que algo grave estaba pasando. Pero el objetivo del operativo se vio minutos después, cuando los soldados salieron empujando un carrito con refrescos y comida.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 8:30 de la mañana. Horas más tarde, cerca de las 12, otro contingente, con soldados también cubiertos y armados, entró a otra tienda de autoservicio en Diagonal Reforma a hacer lo mismo, sin ofrecer ninguna explicación a los asustados compradores.
Según relatos de testigos, dos soldados en cada tienda entraron a comprar los víveres, mientras el resto del contingente esperaba afuera, con pasamontañas y mostrando armas largas.
En Lerdo testigos reportaron que los soldados que entraron a la tienda iban sin armas ni pasamontañas, pero en Torreón personas en la tienda dijeron que dos soldados entraronal local encapuchados y armados y compraron hasta cerveza.
El despliegue generó temor y nerviosismo entre los compradores y empleados de la tienda. Algunas personas que se acercaban para entrar a las tiendas, se dieron la vuelta y se fueron sin entrar, pensando que algo sucedía.
Algunas personas en las tiendas se acercaron a preguntar a los militares si era necesario o prudente tal despliegue, dado el temor de la población ante la violencia e inseguridad en la Comarca. Los soldados no respondieron.
A la tienda de Lerdo llegaron tres camiones con unos 20 soldados, que forman parte del contingente militar que llegó a La Laguna de Durango el jueves pasado. A la tienda de Torreón fueron dos camiones, con unos 12 elementos.
Testigos refirieron que varias personas se acercaron con uno de los oficiales que parecía al mando para preguntar si tal despliegue de soldados con los rostros cubiertos y sus armas largas era necesario.
Uno de los oficiales sólo respondió “afirmativo”, mientras que otros soldados ignoraron las preguntas.
