EDITORIAL Caricatura Editorial Columna Astillero Sergio Sarmiento editoriales

Columna

La guerra en Ucrania agrava la crisis mundial

JORGE ALVAREZ FUENTES

La guerra desatada por Rusia en contra de Ucrania es una agresión injustificada. Una invasión condenada por la mayoría de las naciones. Europa vuelve a ser el escenario de una guerra a gran escala, que amenaza la seguridad internacional y pone en peligro la paz, tan precaria en muchas latitudes. La situación es extremadamente grave, ya que confluyen múltiples factores, circunstancias adversas y enormes riesgos; un escenario que no habíamos visto, con rasgos tan ominosos, después de la Segunda Guerra, a pesar de la sucesión de otras guerras y conflictos internacionales. Los esfuerzos diplomáticos realizados a lo largo de siete décadas, destinados a evitar el flagelo de otra conflagración mundial e impedir la repetición de las tragedias humanas a consecuencia de la guerra, están siendo cuestionados y socavados de manera deliberada. Una nueva barbarie, que creíamos proscrita, ha puesto al mundo y a la civilización humana al borde del abismo.

Rusia busca justificar la agresión en contener la expansión de la OTAN, proteger a las poblaciones rusas en algunas regiones de Ucrania, luego de reconocer unilateralmente la independencia de aquellas que se declararon repúblicas; y, finalmente, arguye, una falaz legítima defensa ante una presunta amenaza existencial. Putin optó por desplegar más 200 mil efectivos, realizar ejercicios militares agresivos, decidido a violar la soberanía territorial de Ucrania, igual que lo hiciera en 2014 al anexarse, por medio de la fuerza, la península de Crimea. Rusia ha pisoteado nuevamente el derecho internacional haciendo uso de su enorme poderío militar, naval y aéreo, incluso utilizando armas prohibidas como las bombas de racimo, atacando no sólo objetivos militares, sino instalaciones nucleares civiles, bombardeando y asediando numerosas zonas urbanas residenciales.

Rusia está haciendo uso también de sus probadas capacidades cibernéticas ofensivas y encabeza una guerra de desinformación, disrupción, censura y propaganda. Ha amenazado con recurrir a su arsenal nuclear al poner sus fuerzas disuasorias en alerta, sabiendo que cuenta con el poder de veto en el Consejo de Seguridad y el respaldo tácito de China.

Una catastrófica guerra hibrida que está provocando una gigantesca crisis humanitaria. Millones de civiles se están desplazando al interior del país o han emprendido, con enormes dificultades y peligros, el riesgoso camino para huir como refugiados hacia el oeste, considerado más seguro. Se dirigen a los países vecinos para cruzar las fronteras terrestres. Numerosas poblaciones atemorizadas por los ataques requerirán asistencia humanitaria cuantiosa y urgente. Los adultos mayores, mujeres y niños son los más vulnerables. Las familias han debido separase. La ley marcial obliga a los varones en edad de combatir a permanecer en Ucrania. Decenas de miles se aprestan para defender y resistir una ocupación prolongada.

La agresión rusa amenaza con extenderse a los países vecinos, a las repúblicas bálticas Estonia, Letonia y Lituania, y a Polonia, miembros de la OTAN, incluso a Suecia y Finlandia, que no lo son. La guerra y las durísimas sanciones económicas impuestas por EUA, la Unión Europea y la mayoría de los miembros de la comunidad internacional en contra de los gobernantes rusos, las empresas estatales y los oligarcas, tendrán graves repercusiones para la economía de Rusia y del mundo. Afectarán el comercio internacional y la cadena energética global.

Será posiblemente el principio de una nueva Guerra Fría, una que profundice y amplíe los enfrentamientos entre las potencias, empeñadas en redefinir zonas de influencia en un mundo multipolar e incierto, al exacerbar la actitud desafiante y provocadora de Rusia, la beligerante retracción de los Estados Unidos, la dependencia y las desavenencias de la Unión Europea y la expansión geopolítica conseguida por China.

Lo peor, quizás, esté aun por venir, pero no es la Tercera Guerra Mundial. Esta sería una guerra nuclear con consecuencias devastadoras para la humanidad y su sobrevivencia. La guerra en curso y sus funestas secuelas pueden ser los más terribles prolegómenos, que se sumen a la crisis sanitaria y económica, a la emergencia climática.

Del éxito o fracasos en el avance y el asalto sobre Kiev para deponer al gobierno de Volodimir Zelensky, en la ocupación y control de las principales ciudades, instalaciones estratégicas, industriales y militares, del avance en la ejecución de la ofensiva planeada sobre ciudades y puertos ucranianos en el Mar Negro y el Mar de Azov, de las batallas en torno a Járkov y Mariúpol y los avances de las fuerzas separatistas pro rusas en Donetsk y Lugansk bajo el cobijo de las fuerzas invasoras, de la capacidad de resistencia del ejercito ucraniano, dependerá el desenlace de esta guerra injusta, que debió evitarse.

También, de la intensificación de la ayuda militar occidental con el envío de armas, misiles, equipos y aviones a Ucrania, que insistirá en su ingreso a la Unión Europea y demandará acciones internacionales más asertivas y eficaces. La OTAN no intervendrá ni establecerá una zona de exclusión aérea ante el temor de que se extienda el conflicto. Trágicos resultan los fallidos intentos para acordar un alto al fuego parcial para establecer corredores humanitarios.

No es otra guerra distante y ajena, de la que podamos mantenernos al margen sin vernos inmiscuidos, estando en Consejo de Seguridad. México recibirá los impactos de la inflación, de los retrocesos en el crecimiento y la recuperación de la economía mundial, el incremento generalizado en los precios de alimentos y las materias primas, el alza de los energéticos y las dificultades en las cadenas de logística y abastecimiento.

@JAlvarezFuentes

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Editorial Jorge Álvarez Fuentes editoriales

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2069363

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx