Columnas Social columnas editoriales SOCIALES

Las palabras tienen la palabra

Las palabras tienen la palabra

Necesitamos agua para todo

JUAN RECAREDO

Los expertos en temas de supervivencia aseguran que una persona promedio puede sobrevivir muchos días sin comer, si se diera el caso de que se perdiera en alguna parte o estuviera en una isla desierta o qué se yo. Sin embargo, con el agua es otra historia.

El ser humano puede aguantar sin comer, pero no sin beber agua… mientras algunos aplican la misma regla pero cambian el agua por cerveza, pero eso no cuenta. En serio, el agua es indispensable y si ésta no está a nuestro alcance por mucho tiempo, es un hecho que no duraremos mucho tiempo vivos.

Por esa razón es que al agua le dicen "el vital líquido" porque lo vital es lo relativo a la vida, o sea que sin agua no hay vida. Como en la actualidad, por lo general, contamos con la facilidad de tener agua potable en nuestras casas, la damos como un hecho y no la valoramos como deberíamos, pero con un día que falte el agua en nuestros hogares… ¡nos volvemos locos!

No la usamos nada más para tomarla, también para lavar la ropa y los platos, para bañarnos y para que funcionen correctamente los sanitarios en donde hacemos nuestras necesidades fisiológicas, artefactos que utilizan el agua como el recurso primordial de su funcionamiento… o sea que sin agua, el excusado no sirve de mucho.

Así como le damos tantos usos al agua, líquido, también a la palabra "agua" le concedemos usos que son muy diversos. "¡Aguas!" exclamamos cuando advertimos que alguna corre peligro, por ejemplo, si le va a caer algo encima o si la desafortunada persona se tropieza.

El origen de la expresión "¡aguas!" como advertencia, por si usted no lo conoce, se remonta a la época colonial, cuando no existían los drenajes con los que cuentan ahora las ciudades y se arrojaban los contenidos de la bacinica por la ventana, ¡guácala!, y se gritaba "¡aguas!" o "¡agua va!" para alertar a los transeúntes que, pues, "ahí va el agua"… con todo y lo que trae mezclado. Incluso dicen los historiadores que, si no se gritaba, el arrojador podía hacerse acreedor a una buena multa.

En los estadios de futbol se aplica el conocido: "ahí va el agua", frase gritada por los espectadores que tienen enfrente a otros que están de pie y no los dejan ver el juego. Y si no se sientan rápido, les avientan "el agua", que ya sabrá usted que no se trata en realidad de agua limpia y pura, sino que en realidad proviene del interior de alguno de los gritones espectadores. No debería de pasar, pero pasa… aunque la mayoría de las veces con la pura advertencia basta y los de adelante toman su asiento.

Aquella persona que es especialista en arruinar cualquier fiesta o que es un "amargado", a ese le decimos aguafiestas. "¡Ándale, vamos a bailar, no seas aguado!" le dice la señora a su esposo que es un aguafiestas porque en muchas reuniones se le ve "agüitado", que quiere decir casi lo mismo, pero más tirándole a alguien que está triste.

Y antes de que me digan "¡aguas, ya se termino tu espacio!" me despido de usted, invitándolo a que consulte en el diccionario para que se sorprenda con la enorme cantidad de frases que incluyen a esta vital palabra.

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios al mail:

[email protected] y en Twitter: @donjuanrecaredo.

ME PREGUNTAN: "Últimamente he oído mencionar mucho la palabra mediático y no entiendo exactamente a qué se refiere. ¿Podría usted explicármelo?"

LE RESPONDO: Lo mediático es todo lo relacionado con los medios de comunicación.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: El que ha nacido en petate, siempre anda eructando a tule.

Leer más de Columnas Social

Escrito en: Las palabras tienen la palabra

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2047606

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx