Una de las principales diferencias entre los ejecutivos excelentes y los demás lo es la manera en como trabajan con sus subordinados, los respetan y también son respetados por ellos. Le exigen a todo el personal que depende de ellos lo máximo en su trabajo y también están siempre prestos a protegerlos contra cualquier abuso o mal trato que pudieran recibir de niveles más altos en la organización o desde el exterior de ésta.
En una ocasión, un director general dijo a uno de sus colaboradores a quien tenía en muy buen concepto: ?Usted me consulta menos que cualquier otro de sus compañeros, eso está bien mientras su desempeño sea bueno; de nos ser así, le cortaré la cabeza. Mientras tanto, usted tiene absoluta libertad para hacer en su trabajo lo que considere necesario y yo le proporcionaré toda la ayuda que pueda si me la pide. De seguro mi ayuda será más efectiva si me mantiene bien informado, si así lo hace, me comprometo a no interferir en su trabajo como hasta ahora?. Con las palabras anteriores, el director general había creado una atmósfera de mutuo respeto, el subordinado prometió transmitirle toda la información.
Otro director dijo una vez: ?Si no tuviera colaboradores valiosos, no podría conseguir los resultados que ahora obtengo. Si uno tiene colaboradores incompetentes o no comprometidos ni la estructura ni la cultura organizacional, ni el liderazgo o el estilo gerencial ni cualquier otro recurso pueden hacerlos que cambien para mejorar. El secreto está en saber escogerlos. La función más importante de un director general es asegurar que los subordinados sean capaces y estén comprometidos, y en crear un ambiente de trabajo que les permita demostrar y desarrollar sus cualidades?.
Los colaboradores de los directores deben tener independencia para tomar sus propias decisiones con responsabilidad, en una ocasión, el director general de una empresa lagunera de importancia a nivel nacional me dijo: ?Les permito a los directores que dependen de mi, que tomen sus propias decisiones, en el entendido de que se pueden equivocar, solo les pido que el promedio de decisiones acertadas sea bueno?. A un gerente que le pedía consejo a su director, éste le contestó: ?No tomaré la decisión por usted, ni siquiera le diré lo que yo haría si estuviera en su lugar. Si yo no pensara que puede decidir mejor que yo, no estaría usted aquí. Pero si quiere discutir conmigo su problema porque piensa que eso puede ayudarlo a tomar una decisión más acertada, estoy a su disposición. Pero si pretende que yo haga lo que usted debe hacer, olvídelo?.
Un ejecutivo de primera clase requiere a menudo la opinión de sus subordinados, ello no implica que necesariamente la tenga que aceptar. Si no la acepta, les explica porque la rechaza y les da la oportunidad de refutar el rechazo antes de tomar la acción correspondiente. El respeto entre superior y subordinado debe tener simetría. En una empresa de Gómez Palacio se corrió el rumor de que un empleado clave para la operación de la misma estaba pensando cambiarse de trabajo. El jefe lo llamó a su oficina para preguntarle si los rumores eran ciertos y el subordinado contestó: No, no es cierto. Si yo considerara la posibilidad de irme, usted sería el primero en enterarse. Pero si usted pensara por casualidad que yo tengo que irme de la empresa,, también quisiera ser el primero en saberlo?. El jefe aceptó el acuerdo.
En muchas ocasiones, cuando una empresa busca un ejecutivo para cubrir un puesto vacante o de nueva creación, lo común es que lo entrevisten varios de los directores para hacerle todo tipo de preguntas acerca de su preparación, su experiencia y sus antecedentes familiares y hasta el final, cuando ya prácticamente la decisión está tomada, le explican al candidato que puesto se quiere cubrir y las expectativas que ellos tienen acerca de la persona que ocupará el puesto. En una ocasión, fui testigo de algo totalmente opuesto a lo anterior: después de que el director recibió al candidato, le explicó: ?Es mucho más importante que en esta empresa encuentre usted el lugar de trabajo apropiado , antes de que la empresa determine que usted es la persona apropiada para ella, entonces, por ello, preferiría que usted me entrevistara a mi acerca de la empresa y del puesto que queremos cubrir?. El candidato, muy sorprendido, comenzó a hacer preguntas equilibradas e inteligentes, el director con increíble franqueza respondió a todas las preguntas y abiertamente le manifestó al candidato las debilidades de la empresa y también los aspectos negativos del puesto a cubrir. Después de la entrevista, el director comentó que tanto él como el candidato habían aprendido más respecto al valor del candidato y del puesto para la empresa que lo que habrían conseguido con una entrevista tradicional.
Un buen ejecutivo es un líder y no un comandante, con excepción hecha de la s situaciones de emergencia. Por sobre todas las cosas, un líder efectivo debe contar con el respeto de sus subordinados y respetarlos a su vez. La lealtad no sustituye el respeto, un líder a quien sus subordinados consideran además un amigo y que los ve como amigos, recibe ambas cosas, lealtad y respeto. La amistad se establece rápidamente cuando se demuestra consideración y preocupación por el bienestar de los demás. Hay personas que tienen una gran capacidad para hacer amistades, pero nadie carece completamente de esta capacidad. Con buena voluntad podemos desarrollarla.
En la gran mayoría de las empresas es más fácil hacer amigos entre personas del mismo nivel que entre personas de niveles diferentes, si embargo, se puede hacer mucho para fomentar las amistades ?verticales?. Cuanto menos se diferencien los niveles por prestaciones y privilegios y cuanto más se aliente la formación de equipos de trabajo o la oportunidad de la interacción extra laboral entre personas de diferente rango , tanto menor será la brecha para establecer una relación de amistad que repercuta en la eficiencia en el trabajo. Todo ejecutivo que no pueda contar entre sus amigos a su jefe, sus colegas y sus colaboradores inmediatos, opera con una desventaja que difícilmente puede ser remontada solo con la capacidad profesional.
Los mejores equipos ejecutivos son aquellos en que cada integrante siente a los otros como amigos, independientemente de su jerarquía.
Comarca Lagunera. Febrero, 2006.
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