Con tambores que retumban como el corazón de la tierra, cantos que narran luchas ancestrales y danzas que tejen esperanza, inició el 25 de junio y culminó el día 27 el Primer Foro Continental Africano sobre Mega-Represas y Crisis Climática en Kinshasa, la ciudad más poblada de África y capital de la República Democrática del Congo. Ahí la delegación de Mozambique compartió la celebración de 50 años de independencia. Y el foro tomó acuerdos de organización para asistir al Encuentro Internacional de Comunidades Afectadas por Represas "Ríos para la Vida 4" previsto para noviembre de 2025 en Belén de Pará, Amazonía brasileña.
Hace dos años, el 6 de julio de 2023, la 4a. Conferencia Internacional sobre Ríos y Represas también reunió en Maputo, capital de Mozambique, a delegaciones de África del Sur, Zimbabue, Zambia, República Democrática del Congo, Uganda, Nigeria, Camerún, Sri Lanka, lo mismo que de Filipinas, Francia, Irlanda, Suiza, Bosnia Herzegovina, Brasil y Cuba. Emitieron entonces la Declaración de Maputo sobre Ríos y Represas.
Celebramos nuestros 50 años de independencia de una manera diferente -dijeron esta vez en Kinshasa los participantes de Mozambique-, con un sabor agridulce.
"Tenemos algunas razones para celebrar, después de todo expulsamos al brutal régimen colonial portugués; pero el sueño de un país libre y soberano para todos aún no se ha hecho realidad".
La guerra de independencia de Mozambique fue un conflicto armado entre las fuerzas guerrilleras del Frente de Liberación de Mozambique, y Portugal. Inició el 25 de septiembre de 1964 y terminó el 8 de septiembre de 1974, del que resultó una independencia negociada en 1975 tras los acuerdos de Lusaka.
El lema "La lucha continúa" nunca ha sido más relevante y actual -dijeron los mozambiqueños esta vez en el foro. -Por eso hoy celebramos en la lucha.
Justicia Ambiental, de Mozambique, co-organizadora del Foro Africano, estuvo en Kinshasa.
Kinshasa se encuentra en la orilla del río Congo, antes de que la corriente de agua llegue a las cataratas Livingstone.
-Estamos en Kinshasa para decir que nuestro modelo de desarrollo actual no nos sirve, para decir que rechazamos cualquier megaproyecto que sólo beneficie a una élite política y económica de nuestro país, marginando, oprimiendo y expropiando al pueblo.
"Estamos en Kinshasa, junto a las comunidades afectadas de diversas partes del mundo para decir no a Mphanda Nkuwa y a cualquier mega-presa en África".
Mphanda Nkuwa es el nombre del proyecto de mega-presa hidroeléctrica que se pretende construir en Mozambique, África Oriental.
-Estamos aquí para luchar por un modelo de energía limpio, justo y centrado en la gente.
África no precisa de falsas soluciones para la crisis climática -se escuchó.
El progreso no puede ser alcanzado a costa de los derechos, de la vida y de los territorios de las comunidades afectadas.
Tan sólo en Mozambique, el sistema de energía actual no es justo, sino plagado de problemas que incluyen ineficiencia, falta de confiabilidad, distribución limitada y capacidad de generación insuficiente, lo que conduce a niveles muy bajos de acceso, según reconoció el Banco Mundial en 2015.
Se estima que sólo el 8 % de la población de las zonas rurales tiene acceso a la electricidad.
En un momento en que el mundo lucha por reducir las emisiones de las energías fósiles, Mozambique sigue un camino centrado en las energías fósiles y las mega-represas, cuando tiene enorme potencial para las energías renovables y puede cambiar su trayectoria hacia el desarrollo justo y asequible.
Así lo explican Rudo Sanyanga, Anabela Lemos, Erika Mendes, Daniel Ribeiro y Dipti Bhatnagar, incluso en el artículo "Presa de Mphanda Nkuwa en Mozambique: ¿energía para qué y para quién?", publicado en la revista enMARcha, del Movimiento de Afectados por Represas en América (MAR), en septiembre de 2023.
Es un ejemplo de lo compartido este fin de junio en el Foro Continental Africano sobre Mega-Represas y Crisis Climática.
La represa hidroeléctrica Mphanda Nkuwa propuesta en el río Zambezi, es un proyecto concebido durante la era colonial, cuando faltaba la ciencia del clima.
Tras intentos frustrados de viabilizarla, el Gobierno de Mozambique le dio un nuevo empujón, desconociendo una vez más los estudios y análisis sobre los impactos de las represas en el mundo y las diversas advertencias y críticas por parte de comunidades locales, expertos y organizaciones nacionales e internacionales sobre este proyecto en particular.
El proyecto de mega-presa ofrece beneficios sólo a sus proponentes pero carece de espacio democrático para los ciudadanos que deberían ser beneficiarios, y también para las comunidades afectadas, que pagarán el alto precio de este "desarrollo".
Mozambique depende en 82 % de la energía hidroeléctrica.
Cahora Bassa Hydroelectric contribuye con 78 % de la generación total; pero la mayor parte de la energía producida por ella, se exporta a Sudáfrica a un costo muy bajo.
Los estudios indican que la dependencia del agua no ha podido estimular el crecimiento en muchos países.
Las naciones con mayor dependencia del agua suelen tener una clasificación más baja en el Índice de Desarrollo Humano, como Mozambique en la posición 181 de 189.
Las comunidades afectadas han pedido al Gobierno de Mozambique dé un paso atrás y aprenda de la historia de las represas en África y sus devastadores impactos.
Es un ejemplo tan sólo de lo compartido en el foro continental de Kinshasa.
Leticia Oliveria, a nombre del Movimiento de Afectados por Represas de Brasil (MAB) y del MAR, anfitriones del Encuentro "Ríos para la Vida 4" de noviembre en la Amazonía brasileña, dijo al foro africano:
-Vivo en una ciudad donde hace 10 años una presa minera colapsó, destruyendo comunidades, ríos y el medio ambiente. Nuestras luchas son las mismas que las de ustedes.
Los tambores retumbaron como el corazón de la tierra.
@kardenche