Llegaste a mi vida de repente, cuando más te necesitaba, te necesitábamos.
Me ayudaste a descubrirme, me ayudaste a aceptarme, me regalaste por muchos años la práctica meditando juntos.
Mi gran maestra, mi amiga, mi cómplice, no nos importó vivir a miles de kilómetros, ni el ser de aquí o ser de "Asha".
Fuiste, eres y serás siempre una luz en mi vida. Gracias por encender una llama en mí que me cambió la vida, una llama imparable que honraré con el paso del tiempo, con tu ejemplo, con ganas, con alegría.
Ya nos volveremos a encontrar, para platicar, para tomarnos un mate, para estar, para conectar.
Te veo siempre que tú quieras, tú sabes cómo encontrarme, tú me lo enseñaste. Te amo, mi uruguaya hermosa.
Besos al cielo.
Te invitamos a seguir nuestro movimiento y seguirnos en Facebook como vibremospositivo, en Instagram como @jorge_lpz, @vengavibremospositivo, o escríbeme a [email protected].