El 7 de noviembre de 1918 los franceses enviaron instrucciones a los alemanes para el encuentro. Los vencidos llegaron en tren a Rethondes. Pasaron varias horas hasta que pudieron comunicar por radio los términos del armisticio al cuartel general. El orgullo ya no oponía resistencia y se aceptaron ese mismo día las condiciones.
El Armisticio del 11 de noviembre de 1918 fue un tratado firmado en Le Francport, cerca de Compiègne, que terminó la lucha en tierra, mar y aire en la Primera Guerra Mundial entre los Aliados y su oponente, el Imperio alemán.
El armisticio fue el resultado de un proceso apresurado y desesperado. La delegación alemana, encabezada por Matthias Erzberger, cruzó la línea del frente en cinco autos y fue escoltada durante diez horas a través de la zona de guerra devastada del norte de Francia, llegando en la mañana del 8 de noviembre de 1918. Luego fueron llevados al destino secreto a bordo del tren privado de Ferdinand Foch, estacionado en un ferrocarril en el bosque de Compiègne.
Foch apareció solo dos veces en los tres días de negociaciones: el primer día, para preguntarle a la delegación alemana qué querían, y el último día, para ver las firmas. A los alemanes se les entregó la lista de demandas aliadas y se les dio 72 horas para aceptar. La delegación alemana discutió los términos aliados no con Foch, sino con otros oficiales franceses y aliados. El armisticio equivalía a completar la desmilitarización alemana, con pocas promesas hechas por los aliados a cambio. El bloqueo naval de Alemania no se levantó por completo hasta que se pudieron acordar términos de paz definitivos.
Aunque el armisticio puso fin a los combates en el Frente Occidental, la guerra siguió hasta que fue firmado el Tratado de Versalles el 28 de junio de 1919, y que entró en vigor el 10 de enero de 1920. Las duras condiciones impuestas a Alemania generaron gran descontento entre la población y sirvieron de argumento a los movimientos nacionalistas y a Hitler.
Sobre una vía muerta, en el vagón de un tren, con un silencio solemne, los aliados miraron a los alemanes, estaban a punto de firmar la rendición. Eran las 05:10 del día 11. Acordaron que el fin de la guerra entraría en vigor ese mismo día a las 11. Ese suceso ocurrió en el bosque de Compiègne, pero hubo algo más, algunos hombres emocionados pudieron escuchar después de mucho tiempo, con nitidez, el canto de los pájaros.
El estertor duraría formalmente algunas horas más. Henry Gunther, un estadounidense, es generalmente reconocido como el último soldado muerto en acción en la Primera Guerra Mundial. Fue asesinado 60 segundos antes de que el armisticio entrara en vigor mientras atacaba a las sorprendidas tropas alemanas, que, al saber del armisticio, ya habían parado la lucha. Había estado abatido por su reciente reducción de rango y, aparentemente, estaba tratando de redimir su reputación.
Te invitamos a seguir nuestras redes sociales en Facebook como vibremospositivo, en Instagram como @jorge_lpz, @vengavibremospositivo y @claudiopenso. Escríbenos a [email protected].