¡Ay mísero de mí! ¡Ay infeliz!
Anhelo mares, yo los sueño,
y aquí me tienen, prisionero,
¿hasta cuándo estar aquí,
para vosotros entreteneros?
Ah... ¿es por oro?, ya comprendo...
¡Estoy perdido!
Jamás la libertad he conocido,
mas sueño un mundo limpio y pleno,
de fauna libre y sin castigo,
un mundo vasto, prometido.
Tan solo quiero comprender
si en la penumbra de mi noche,
alguien escucha mi lamento,
y siente dentro de su pecho
mi corazón desfallecer.
¿Qué más os puede parecer
justo infligir como tormento?
¿No soy igual a los demás?
Veo al ave beber en paz
y libre al cielo regresar.
¿Privilegio que yo jamás
ni en sueños podré acariciar?
¿Y por qué tengo esta ilusión?
Si con dolor, entre mi pecho
y la espalda, cruel cosecha,
me arrancan trozos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón
al delfín niega compasión?
Si no se encierra al ruiseñor
ni a la gacela en su esplendor,
ni al pez que en libertad nació,
¿por qué a mí se me olvidó?
Que Dios nos hizo libres, sí,
y mi tormento no pedí.
Que cese ya esta cruel condena,
¡la soledad impuesta no se adueña!
Te invitamos a seguir nuestras redes sociales en Facebook como Vibremos Positivo, en Instagram como @jorge_lpz, @vengavibremospositivo, @dafuem y @oceanos_de_vida_libre.
Escríbenos a: [email protected].