¿Sientes que tu cuerpo se está apagando mientras trabajas frente a la computadora?
Pasan las horas, tu espalda comienza a doler, los hombros se tensan, tu respiración se vuelve más corta y, sin darte cuenta, terminas el día agotado, sin haber hecho ningún esfuerzo físico.
Esta es una realidad común para muchas personas que trabajan en oficina o frente a una pantalla todo el día. Aunque estemos mentalmente activos, el cuerpo permanece inmóvil por horas, lo que genera no solo molestias físicas, sino también cansancio mental, ansiedad e incluso insomnio. Lo que pocas personas saben es que el yoga, lejos de ser solo una práctica física en un tapete, es una herramienta de bienestar integral que puedes aplicar en tu vida diaria, aunque tengas poco tiempo o nunca hayas practicado antes.
Como maestro de yoga desde hace más de ocho años, he visto una y otra vez cómo pequeños cambios traen grandes resultados. No necesitas hacer posturas complicadas ni dedicar una hora al día. El verdadero poder del yoga está en su capacidad de ayudarte a volver a ti, a sentirte en casa en tu cuerpo, incluso en medio de la rutina más ocupada.
Aquí te comparto cinco formas sencillas de incorporar el yoga a tu día laboral, sin que tengas que salir de tu espacio de trabajo:
HAZ UNA PAUSA CONSCIENTE CADA DOS HORAS
Detente un momento. Cierra los ojos. Siente tus pies en el suelo, tu espalda en la silla. Respira profundo tres veces, de forma lenta y silenciosa. Esto ayuda a regular el sistema nervioso y a renovar tu energía.
ESTIRA TUS HOMBROS Y CUELLO DURANTE LAS JUNTAS LARGAS
Lleva una mano sobre el hombro contrario y haz pequeños círculos. Inclina la cabeza suavemente hacia un lado y luego hacia el otro. Pequeños movimientos como estos liberan tensión acumulada sin necesidad de moverte de tu lugar.
RESPIRA ANTES DE RESPONDER
Cuando estés por contestar un correo estresante o reaccionar impulsivamente, haz una inhalación profunda por la nariz y exhala por la boca. Esto te ayuda a responder desde la calma y no desde el estrés.
LEVÁNTATE Y CAMINA CONSCIENTEMENTE
Aunque sea solo para ir por agua, hazlo con atención. Siente el movimiento de tus pies, cómo respiras al caminar y nota si tu cuerpo se siente rígido o ligero. Caminar con conciencia es una forma sencilla de meditación activa.
TERMINA TU DÍA CON GRATITUD Y RESPIRACIÓN
Antes de cerrar la computadora, respira profundo y piensa en algo que agradeces de tu día. Este simple acto cambia el enfoque mental y te prepara para descansar mejor.
El yoga no es algo que tienes que añadir a tu vida como una obligación más. Es una forma de recordar, mientras haces lo que ya haces, que tu cuerpo importa, que tu respiración importa y que tú importas.
A veces no necesitas cambiar de trabajo ni vivir en aislamiento para encontrar paz. A veces, solo necesitas cerrar los ojos y respirar profundo para volver a ti.
Te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales: en Facebook como vibremospositivo, en Instagram como @jorge_lpz, @vengavibremospositivo y @gusyogamx. Escríbenos a: [email protected].