"Estaría a salvo y cálido en Los Ángeles", dice una famosa la canción de 1965 (The Mamas & The Papas). Hoy en esta ciudad santuario reina el miedo por la estrategia violenta del trumpismo. Este presidente se tardó cinco meses en empezar una nueva fase de su proyecto: radicalizar la confrontación, hacer redadas masivas para cubrir los graves errores y malos resultados de su gobierno. La batalla en contra de la inmigración en California se ha convertido en una confrontación de narrativas y de imágenes.
A Trump no le ha salido bien su guerra comercial y arancelaria que ha tenido más subidas y bajadas que una montaña rusa; tampoco hay avances en la guerra de Putin en contra de Ucrania; el conflicto en Gaza todos los días muestra más el genocidio que las democracias occidentales no han querido detener; ahora la guerra entre Israel e Irán agrava la situación global; la ruptura de Trump con Musk mostró las grietas internas de su coalición; la economía en Estados Unidos se ha empezado a contraer y ha aumentado la desconfianza de los consumidores; diversos tribunales han dictaminado en contra de múltiples decisiones del trumpismo; todo lo cual generaliza la incertidumbre y la aprobación del presidente ha empezado a bajar.
Radicalizar la estrategia contra la inmigración cultiva a las bases MAGA y es su palanca más segura. Lo hace en California para dar un golpe directo a los demócratas en su territorio electoral más importante. Al mismo tiempo, esas ventajas se pueden convertir en riesgos costosos para la Casa Blanca. La narrativa trumpista difunde el falso discurso de que hay una invasión de delincuentes en Estados Unidos. Han difundido fotografía y videos donde hay violencia y banderas de México. La Casa Blanca dice que la intervención de la Guardia Nacional y de los marines ha sido para evitar que Los Ángeles se vuelva a "incendiar", como pasó el año pasado.
"Trump ha optado por la radicalización y la polarización, y busca abiertamente provocar violencia (…) El despliegue del ejército estadounidense está diseñado para crear imágenes aterradoras, no para satisfacer una necesidad real. El gobernador de California no solicitó tropas (...) la policía de Los Ángeles dejó claro que no había ninguna emergencia" (Anne Applebaum, The Atlantic, 11/06/2025).
El gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, se ha vuelto en pocos días una figura nacional, que ha crecido rumbo a las elecciones presidenciales de 2028. Él encabeza la otra versión en la guerra de narrativas: dice que todo empezó con redadas masivas en lugares de trabajo, tanto en la ciudad de Los Ángeles, como en campos de cultivo. Las manifestaciones y protestas han sido, según la prensa no alineada, mayoritariamente pacíficas.
La Casa Blanca no sólo reforzado una narrativa mentirosa, propia de su estilo cotidiano de hacer política, sino que ha lastimado otra de las reglas importantes de la política, la relación entre el centro y las regiones. La intervención arbitraria de federalizar a los miembros de la Guardia Nacional de California ha pegado en el apreciado federalismo de ese país, esa intervención militar se ve como un abierto abuso de autoridad. El gobernador Newsom declaró que: "Donald Trump, sin consultar con las autoridades policiales de California, desplegó a 2000 miembros de la Guardia Nacional de nuestro estado en nuestras calles (…) Él prefirió el teatro por encima de la seguridad pública (…) sus agentes están arrestando a trabajadores de restaurantes, jardineros, jornaleros y costureras. Eso es simplemente cobardía (…) si cualquiera de nosotros puede ser secuestrado en las calles sin orden judicial, basándose únicamente en sospechas o en el color de la piel, entonces ninguno de nosotros está a salvo". Las conclusiones del gobernador son que la democracia está "bajo ataque", que ya no hay "pesos y contrapesos", y que se está "demoliendo el proyecto histórico".
Los sueños de California son atacados por un presidente populista de ultraderecha que se siente un rey. El sábado pasado se contabilizaron 2000 actos de protesta en todo el país con la consigna "No kings". ¿Fracasará el teatro autoritario del trumpismo? ¿Podrá la democracia en Estados Unidos superar uno de sus momentos más críticos?
@AzizNassif