Llamó la atención como el viernes pasado ante los medios Claudia Sheinbaum hizo un muy peculiar llamado público a que se hicieran manifestaciones-algo que repitió más de tres veces-ante el amago por del Gobierno norteamericano a aumentar los impuestos a las remesas que se envían de los Estados Unidos a México.
Lo anterior sucedió en parte debido a las burlas públicas que el presidente del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, hizo burlándose de que aquello sucediera públicamente, recibiéndose la noticia de que solo por ese despliegue individual de estulticia de su parte el Congreso estadounidense había dispuesto aumentar el monto de 3.5 a 5%.
A lo anterior se sumaron las desafortunadas publicaciones del Subsecretario de Buen Gobierno, Alejandro Encinas, quien en vez de ir en tono como un agente moderador acorde con sus funciones empezó a secundar lo anterior, justificando las violentas protestas públicas que ocurrieron en Los Ángeles, aludiendo puerilmente que aquella ciudad era el resultado de migraciones históricas de "latinos"-para no reconocer la herencia hispánica como origen de aquella ciudad-europeos, negros y asiáticos para justificar en parte lo que ocurría como si se tratara de un reclamo normal e histórico.
El lunes siguiente, Sheinbaum intentó retractarse negando públicamente lo que había dicho el viernes, apelando desde un tono más conciliatorio. Sin embargo, esta situación ya le valió una visita personal por parte del Secretario de Estado norteamericano Christopher Landau esta misma semana en lo que con justicia puede considerarse tanto un justo reclamo como un amago directo.
Y es que las recientes protestas en California que incluyeron tomas de oficinas federales, destrucción de propiedad privada y quema de vehículos mientras de manera cretinesca se ondeaba no solo banderas mexicanas sino también de la ex Unión Soviética y hasta de organizaciones terroristas como Hamas fueron vistas por la administración Trump no como simples manifestaciones migratorias sino como parte de una operación de desestabilización articulada desde fuera y una amenaza a su seguridad nacional.
A lo anterior habría que agregar todavía las declaraciones del ex jefe de la DEA Derek Maltz quien en entrevista a revelado esta semana que además de los vínculos desde nuestro país con lo ocurrido en Los Ángeles, el Cartel de Sinaloa ha incorporado en sus filas a mercenarios colombianos, lo que a su juicio justifica una intervención militar más directa del Gobierno norteamericano en nuestro país.
De acuerdo con palabras propias de uno de los asesores de seguridad en Washington: "Ya no estamos ante activismo político; estamos ante una guerra de guerrillas transnacional con respaldo de actores hostiles"
La primera represalia ha sido clara y brutal. El senador Eric Schmitt-el mismo del cual intentó burlarse Fernández Noroña-realizó un nuevo anuncio en el que proponía una legislación para elevar el impuesto a las remesas a México de 3.5% a 15%, rematando su propuesta con la siguiente frase: "Los Estados Unidos no es la alcancía de cochinito del mundo, y no tomamos amablemente las amenazas".
Esta amenaza implica consecuencias para nuestro país pues de aprobarse el nuevo impuesto del 15% a las remesas, México enfrentaría un colapso económico sustancial, sobre todo en los estados más dependientes y menos productivos del país como Oaxaca, Michoacán, Zacatecas y Guerrero entre otros, donde las remesas representan más del 20% del PIB local.
Tal parece que tanto el Presidente Trump como su Gabinete han llegado a una conclusión estratégica: si no se detiene ahora esta coalición entre narco, populismo, y potencias antiestadounidenses, el daño será irreversible, y no solo en los Estados Unidos sino en todo el hemisferio, con lo que se confirma una ruptura silenciosa pero de hecho tanto entre la Casa Blanca como entre el Gobierno de nuestro país.
Según sus propias palabras, filtradas por un funcionario miembro del Consejo de Seguridad Nacional en Washington: "México no es el enemigo, pero lo han secuestrado. Y si no liberamos a nuestro vecino hoy, será nuestro verdugo mañana".