Durante la tarde del pasado miércoles, cuando falló el suministro eléctrico en el Estadio de la Revolución, en la espera por una resolución apliqué el más común de los remedios para dejar que transcurra el tiempo: husmear en las redes sociales. No pasaron muchos comentarios por la pantalla para encontrar un HT de #FueraMolina, ahora, la razón para tal demanda era precisamente que no había energía suficiente para alimentar las torres de iluminación; sí, así de sencillo, así de loco: para alguien, José Molina era el responsable de que no hubiera luz y, por ende, no hubiera juego. Qué cosas me toca leer.
Parece recurrente tocar el tema del mánager en la actual temporada de los Algodoneros del Unión Laguna, se puede entender de un equipo que esté en la parte baja del standing, y más aún, en una liga como la LMB, en la que no se distinguen los directivos por tener mucha paciencia, muestra de ello es que apenas cruzando la mitad de la temporada, ya han sido despedidos 13 de los 20 mánagers que empezaron la campaña regular. Sí, está usted leyendo bien, 13 de 20, es una cifra escalofriante y que puede tener muchas lecturas, sobre todo, el que la “salida fácil”para tratar de resolver una temporada que no va saliendo conforme a lo pensado, es despedir al mánager, sin reparar en la calidad de los peloteros que se tienen en el roster.
Con esos ingredientes, podría entender que los fanáticos pidieran la cabeza del boricua José Benjamín Molina, pero cuando los resultados te dicen que se han ganado de las más recientes 10 series, que el equipo se mantiene en la pugna por los primeros lugares del standing, entonces, francamente, no entiendo de dónde vienen los desaforados reclamos. Alguien en redes sociales aseguró que “Molina no tiene el carisma necesario para dirigir a los Algodoneros”, yo quisiera preguntar ¿cuándo un mánager ha sido campeón gracias a su “carisma”? Este bellísimo deporte tiene millones de aspectos interesantes para comentar y analizar, pero se “enfocan” en que si un mánager tiene o no carisma, algo no está del todo bien ahí.
El bateo oportuno ha estado escaso en el equipo Guinda durante los juegos recientes, específicamente contra Puebla y Oaxaca, recordando que el tercer juego de la serie en Veracruz se ganó con un cuadrangular de Isan Díaz en el octavo inning, que le dio la vuelta a marcador.
Son esos hits en la “hora cero”, los que hacen diferencia y definen juegos, que “matan” al rival y le dejan sin aspiraciones, esos que Laguna está buscando al pasar momentos difíciles en la ofensiva, pues ocupan los lugares de abajo en bateo colectivo.
Han llegado bajas en ofensiva y en defensiva, pero apenas de forma tímida se han cubierto esos huecos que van quedando en el equipo, una paciencia que no es rara en la organización lagunera, más bien es su característica el analizar a profundidad la firma de algún posible refuerzo, pues a la directiva Guinda no le gusta solamente “firmar por firmar”. Sin embargo, el tiempo apremia y la necesidad de tener equipo completo, redondeado, se convierte poco a poco en “urgencia”, pues el equipo se acerca a la zona de definición, en la que se requiere ese “extra” que aporte el impulso que los lleve hacia la trascendencia.
Para nada es un mal roster el que tienen actualmente los Algodoneros, los números los respaldan y ratifican esta afirmación, pero tampoco vendría mal un poco de ayuda en un par de áreas de oportunidad, finalmente, por eso el beisbol tiene en su reglamento el permitir sumar refuerzos durante gran parte de la temporada. Muchísimos laguneros recuerdan con admiración al gran Antonio Pollorena Osuna, quien sumó enormes triunfos con el equipo de sus amores: el Unión Laguna. Con todo merecimiento, esta tarde será develada la estrella y el número retirado del enorme pitcher de los Algodoneros, quien estará presente en el Estadio de la Revolución, por lo que les invito a asistir temprano al estadio para rendir el homenaje que se merece el gran Toño, ahí nos vemos, primero Dios. Excelente fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27