
Liricista. Bizor Azufre ha construido una carrera en el hip hop reconocida a nivel nacional.
Su relación con la palabra es un himno de asfalto y concreto, una persecución de la rima desde los barrios populares de Saltillo. El rapero Bizor Azufre conoce bien el poder de las letras y lo que estas son capaces de hacer sobre un escenario. Por eso entrena sus frases, ejercita los versos, se mantiene en condición.
Para él, tomar un micrófono es dar la vida ante el público, ante ese mar de gente que sólo otorgas dos opciones: naufragar o salir vivo.
Bizor es uno de los invitados especiales a las Cabezas Underground Summer Jam, que tendrá lugar en Torreón, en el espacio independiente de la Casa del Centro, mañana viernes 13 de junio. El programa, que iniciará a partir de las 20:00 horas, también incluye a otros representantes del rap nacional como Salvamento y Doble P Ache Ene, además de grupos locales como Dignatarios, Sucia Elegancia, Arpek OG, entre otros.
El coahuilense antepone el conocimiento antes de cualquier fe o creencia. No hay rival para el saber, fue algo que aprendió a la mala. Acepta que eso podría parecer una postura nihilista de su parte, incluso extremista, pero prefiere mirar hacia el frente y no dudar de sus decisiones.
“También la fe es importante, pero siempre prefiero saber en qué creer”.
Aunque no siempre fue así. Al principio de su carrera, el camino bajo sus pies era una narrativa creada de manera inconsciente.
“Tengo poco que, como quien dice, soy consciente de los pasos que doy”. Su respuesta es autocrítica. No se considera un docto. Acepta haber dado pasos sin objetivos, al azar, como una moneda al aire lanzada por el mero instinto.
“Siempre fui adquiriendo conocimiento conforme se me fue presentando. A la buena, a la mala. Pero después de un tiempo, como dices tú, preferí guiar mis pasos, estar más receptivo. Más que nada creo es eso, estar receptivo a las cosas, no nomás absorberlas y tirarlas a lo loco. Es como ahorita con el Internet.
¿Sí me entiendes? Todo está aquí, a la mano. Si no sabes algo, creo que es porque se te duerme”.
LIRICISTA COAHUILENSE
Su barrio fue y es la colonia Morelos, al oriente de Saltillo. Asegura que los mejores raperos de la ciudad han salido de ese vecindario. Durante el cambio de milenio, allí conoció el grafiti y otras expresiones urbanas. Tomó el aerosol y empleó a las bardas como lienzo para poner su firma. No obstante, su relación con las palabras iría más allá de la pintura.
En la Morelos se fundó Azufre Squad, un colectivo donde compartió tarimas con otros colegas.
“Fue una unión de mucha banda. Como tú dices, hubo muchos nombres que destacaron. Unos no siguen rapeando, otros sí, pero, pues la neta Azufre fue un parteaguas en Saltillo hablando de rap; un antes y un después. Modestia aparte, fuimos el primer grupo que se ‘hypeó’ bien”.
Siempre le gustó leer y escribir pensamientos. Recuerda verse inmerso en los libros de Charles Bukowski, colocándose ante la libreta y la pluma como una disciplina. “Escribir era como entrenar”. Hoy ha cambiado el papel por los audiolibros. Cada que viaja en avión, se coloca los audífonos y deja que las historias de José Emilio Pacheco o Stephen King lo transporten a otros mundos.
Bizor es uno de los artistas imprescindibles en los eventos de batallas escritas de rap que se organizan en México. Su oficio con las letras es reconocido. Incluso en 2024, fue uno de los invitados especiales de la Feria Internacional del Libro de Coahuila (FILC). Golpe a golpe, verso a verso, como canción de Serrat. Esa y otras puertas se abrieron tras la publicación de Leche bronca (2022), su primer álbum.
“Con ese disco me fue mucho mejor de lo que pensé. Sí tenía expectativas buenas, pero me sorprendió”.
VISITA TORREÓN
Para Bizor, visitar la Comarca Lagunera no es tema menor. Reconoce que varias de sus influencias en el hip hop emergieron de las orillas del río Nazas y que en esta zona a logrado forjar sólidas amistades. Por eso se dice preparado, comprometido con ofrecer un espectáculo de altura este próximo fin de semana.
“Las (canciones) clásicas estarán de cajón: ‘Cabo sueltos’, ‘Prieto peligroso’, ‘El decálogo’, ‘Los que habitan los maizales’. Y voy a presentar cosas nuevas que, la verdad, siento que valen mucho la pena y que no las he tocado nunca, porque hay algunas que ni siquiera están grabadas. Por primera vez estoy rapeando rolas que sólo tengo escritas”, concluyó.