Espectáculos Famosos Caso Diddy Combs Cine Día del Maestro

Quiero Palomitas

Quiero Palomitas: La experiencia del espectador 

Quiero Palomitas: La experiencia del espectador 

Quiero Palomitas: La experiencia del espectador 

HUGO J. CASTRO

Recuerdo que allá por los años 90’s, en San Pedro de las Colonias se dio un fenómeno cultural que pocos atendieron debido a que se parecería más a la nueva lógica de la introducción de la tecnología en nuestros hogares. 

Con la llegada de la videocasetera tanto del formato Beta y VHS, en esta población se dio el cambio por parte de los usuarios de dejar de ir a las salas de cine para mejor consumir todo material audiovisual tanto de películas extranjeras y locales, programas de televisión y hasta los eventos de la familia, siendo no solo la integración de varios medios en un solo reproductor, sino que además era el balbuceo de la posibilidad de que el usuario eligiera que era lo relevante para sí mismo, ya no dictado por una empresa o grupo de personas que dieran pocas opciones o bien las que ellos apostaban partiendo de la idea de entretenimiento y de negocio.Esto acarreó la proliferación de videos club, en donde se podían rentar las películas por unos días, para que así la familia pudiera ver dicho contenido en el momento que decidiera. Es probable que el lector dirá “esta situación se dio en todas partes, ¿qué es lo particular en aquel municipio de La Laguna?”, pues que con estos avances y la irrupción de los formatos digitales como el DVD y el Blu-ray posteriormente hicieron que las tradicionales salas de cine (El Plaza y El Obrero) cerraran sus puertas debido a que los espectadores cambiaron sus hábitos de consumir películas.

Es obvio que esta situación pudiera ser poco significativa debido a que la mayoría de las personas ven esto como parte de la evolución de las mismas formas que van siendo relevantes para las personas, los gustos, las modas, las dinámicas que son importantes y que obviamente la idea de lo que sería tradicional o costumbre cede su puesto a la novedad.

Viendo esto a la distancia, y guardando toda proporción, los espectadores o bien los consumidores del cine estamos ante una nueva disyuntiva: la presencia del streaming no solo en el hogar, sino en las dinámicas personales que hacen que cada vez la experiencia colectiva e individual de asistir a una sala de cine ya no sea relevante o posiblemente ya no se ajuste a las prioridades de las audiencias.

Y es que sin lugar a dudas, además de la oferta en los cines de nuestra región, que se enfocan a buscar el éxito de taquilla más que el filme que pueda tener un mensaje o una experiencia como obra de arte, la multiplicación de plataformas digitales dedicadas a presentar catálogos interminables de películas, series y programas de diferente índole, hacen que un porcentaje cada vez mayor de las personas prefieran quedarse en el hogar en lugar de ir al complejo de salas de cine.

Algunas personas también argumentan la imposibilidad de asistir como antes se hacía al cine debido al precio de entrada y los alimentos en las dulcerías de estas empresas (que por cierto en algunos casos reciben más ganancias en esta área que en las entradas a las salas) hacen que para una familia de cuatro miembros a veces puede significar un desembolso superior a los 500 pesos.

Además, cada vez el espectador no acepta tan fácilmente ciertos códigos de respeto al otro, desde la perenne presencia de los smartphones, la impertinencia de algunos asistentes para mantenerse en silencio o la falta de costumbre de mantener un ambiente idóneo para que cada persona disfrute de la función.

Pero también esta falta de costumbre nos pone en alerta debido a la poca tolerancia que podemos manejar en este tipo de experiencias colectivas, las cuales cada vez van desapareciendo y darán espacio a tratar de obtener mejores formas como audiencias.

Si bien es muy probable que no se cierren los cines del todo, las audiencias tienen que ser consideradas por parte de los exhibidores, no solo en que tipo de dinámicas pueden ser más atractivas para el público, sino también saber qué tipo de audiencia se está generando, que tipos de nuevas visiones se han permitido dar a conocer y cómo esta dinámica se debe de fortalecer entre ambas partes.  

Como audiencias nos corresponde buscar el entretenimiento que sea significativo a nuestro gusto y estados de ánimo, pero también darnos la oportunidad de descubrir nuevas formas de contar historias, oír a las nuevas voces, no acostumbrarse a lo ya establecido, pero muy en particular dar la oportunidad a otro para que también opine, vea y disfrute de manera diferente una narrativa visual.En la actualidad, San Pedro ya cuenta con salas de cine, pero aquellas personas que disfrutaron las historias que pasaron por sus ojos en esas antiguas butacas serán de las experiencias que uno guarda para siempre.

Leer más de Espectáculos

Escrito en: Quiero Palomitas

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Quiero Palomitas: La experiencia del espectador 

Clasificados

ID: 2384679

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx