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¿Qué pasó con los 'hermanos políticos'?

ADRIANA DÁVILA FERNÁNDEZ

En septiembre de 2024, la clase política morenista lo consideraba prácticamente un "héroe". Tras una enorme discusión pública que anunciaba la destrucción del Poder Judicial, el ex secretario de gobernación y coordinador de los senadores oficialistas, Adán Augusto López Hernández, había negociado con los Yunes el voto 86, que consolidaba uno de los proyectos más ansiados por Andrés Manuel López Obrador: la elección de ministros, magistrados y jueces por votación popular.

Con aires de superioridad, se les vio entrar al recinto legislativo: los aplausos y caravanas de los legisladores al jefe de la bancada resonaban en el pleno para alimentar la soberbia de los miembros de un movimiento, que lo único que ha transformado es la forma cínica en la que evidencian y justifican sus actos de corrupción.

Todos sabían de la cercanía del exgobernador tabasqueño con su paisano, el entonces presidente de México, quien incluso en 2020, en una gira por Tabasco, había asegurado:

"Ya saben que es Adán López Hernández, es mi hermano y vamos a seguir trabajando juntos".

¿Qué pasó con los entonces "hermanos" políticos en estas últimas semanas? ¿Acaso López Obrador aplicará nuevamente la de "úsese y deséchese"?

El panorama para el que alguna vez fuera el segundo al mando del país es completamente distinto: su secretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena, está prófugo, acusado de ser el líder del grupo delincuencial "La Barredora", que actúa como brazo aliado del cártel de Sinaloa en algunas entidades del sureste.

Pero eso no es todo, la información militar filtrada por Guacamaya Leaks evidenció una veta de negocios que incluían la venta de 180 mil litros semanales de combustible robado y la renta de tierras para los tramos 4 y 5 de otra de las obras insignes del obradorato: el Tren Maya.

Para nadie es secreto que López Obrador entregó, por completo, las tareas de seguridad pública a las fuerzas armadas, especialmente a la Secretaría de la Defensa Nacional, a pesar de haber prometido lo contrario. Se presumía, además, la reunión diaria de las 6 de la mañana de la "mesa nacional de seguridad", donde se exponían los temas más álgidos en la materia. ¿Acaso no se informó en dichas mesas a los López sobre las filtraciones de información militar que apuntaban a los delitos de Bermúdez Requena?

Algunas asociaciones, como Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad y los trabajos periodísticos de Emeequis, han hecho investigaciones al respecto que dejan al descubierto los vínculos de "negocios" de Adán Augusto López con su ex secretario de seguridad, entre ellos, la renovación de permisos para operar casinos durante el periodo en el que fungió como secretario de Gobernación.

Lo cierto, es que los datos sobre el aún prófugo funcionario también eran abundante: según información pública, era señalado en diversos informes de inteligencia federal, por haber iniciado sus actividades criminales desde 1999.

El pasado domingo, el recibimiento del tabasqueño en su consejo nacional morenista, nada tuvo que ver con la escena del Senado en el 2024. La tensión y su imagen corporal evidenciaban incomodidad y preocupación; fue colocado en una esquina del presidium y a pesar del grito acostumbrado de los cuatroteístas de "no estás solo", Adán López Hernández no estaba tan "a gusto", como tampoco lo están las elites oficialistas que observan cómo una a una de sus mentiras se van evidenciando.

Pero él no es el único damnificado, ahí está su equipo cercano, antes poderoso, que incluye a dos de los voceros presidenciales: el político-empresario Arturo Ávila y la estridente Andrea Chávez, pero también el flamante presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, quienes en esta vorágine de acontecimientos han protagonizado sendos escándalos que evidencian tráfico de influencias, derroche económico de campañas anticipadas, hasta intentos de censura, que les ha cobrado con creces la opinión pública.

La historia todavía se está escribiendo, falta ver cómo involucrarán a Carlos Merino Campos, gobernador sustituto en Tabasco, cuando Adán Augusto López se sumó al gabinete presidencial. Merino es actualmente director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, dependencia responsable de administrar 60 estaciones de combustible en Aeropuertos, que mantuvo a Bermúdez Requena en su cargo durante su gestión en el gobierno estatal.

La crisis morenista es evidente. Sin embargo, también existe una percepción de que hay inacción opositora: los pronunciamientos de los principales partidos políticos no han logrado canalizar el enojo ni la preocupación ciudadana que exige todos los días acciones más concretas.

El planteamiento de una comisión que investigue al coordinador de los senadores de Morena parece ser más una acción mediática que efectiva. No sirve de nada crear comisiones que terminan en discusiones cupulares en los medios, si no se exige a las instituciones de procuración de justicia, la aplicación de la ley. Es el rebote de "si tu pides una comisión, yo pido otra para los tuyos", es el ping pong de las complicidades y la simulación.

El amago de "es que García Luna…" ya no es suficiente. El gobierno federal tiene todos los instrumentos a su alcance para perseguir y sancionar a los involucrados en cualquier actividad ilícita, especialmente quienes pertenecen a la delincuencia organizada. No debe haber pretextos, se trate de quien se trate.

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