
ESPECIAL
Sin saberlo varias personas compran productos que prometen ser regulados y cumplir con todas las denominaciones y clasificaciones.
Sin embargo la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) entre el 13 de marzo al 12 de mayo sometió a análisis 40 productos en el mercado presentados como jamón y se descubrió que 13 productos engañan al consumidor al presentar diferentes denominaciones y que pueden tratarse de imitaciones.
Los resultados fueron mostrados en la Revista del Consumidor #581 de julio.
¿Qué marcas engañan a las personas haciéndose pasar por jamón?
Antes de mencionar las marcas en cuestión, hay que aclarar que a diferencia del jamón auténtico; las imitaciones suelen ser etiquetadas como embutido, producto cárnico cocido o embutido cárnico cocido, sin especificar el animal en algunas marcas (ya que pueden estar elaborados con diferentes pastas cárnicas) también se les agregan cantidades elevadas de soya y fécula que reducen su valor nutricional.
Galy Galicia Virginia
No cumple con el contenido de nitritos (compuesto que sirve como conservador); declara máximo 156 mg/kg y contiene 163 mg/kg. No cumple su declaración nutrimental; declara más grasa de la que contiene; de 6.9% contiene 2.4%
KIR Clásico
No cumple su declaración nutrimental; declara que tiene menos sodio del que contiene, de 1087mg/100gr contiene 1204 mg/100 gr.
Galicia Virginia
No cumple su declaración nutrimental; declara que tiene menos sodio del que contiene, de 800mg/100gr contiene 1023 mg/100 gr.
Marcas que son imitación de jamón:
- Bafar Clásico
- Tres Castillos
- Duby Cocido
- Aurrera Cocido de cerdo y de pavo
- KIR Lunch
- NutriDeli
- San Antonio
- Alpino tradicional
- Aurrera Cocido con pavo
- Chimex cocido
PROFECO: ¿Qué recomienda al consumidor?
En la compra:
Asegúrate de adquirir el producto que quieres: En el mercado encontrarás productos que, en su presentación, pueden parecer jamón, pero que en realidad no lo son y no tienen el mismo aporte proteico. (Los embutidos suelen presentar una textura más lisa y brillante o una apariencia de masa prensada, mientras que el verdadero jamón tiene un color uniforme y una fibra más firme.)
Lee la etiqueta: Verifica la fecha de caducidad, los ingredientes y la declaración nutrimental, sobre todo de sodio.
Revisa el etiquetado frontal: Cuantos más sellos y leyendas tenga un producto, menos recomendable es.
Evita romper la cadena de frío: Recuerda que deben ser los últimos productos en entrar a tu carrito y los primeros en ir al refrigerador.
Adquiérelos en establecimientos fijos: Así podrás comparar diferentes marcas y te asegurarás de que estuvo en refrigeración.
En el consumo:
Consulta a tu médico: Los jamones y los productos cárnicos en general contienen gran cantidad de sodio, por lo que no es conveniente que las personas con hipertensión los consuman; además, todas las personas debemos moderar su ingesta. La Organización Mundial de la Salud recomienda no consumir más de 2 gramos de sodio al día.