En el año de 1971 el Presidente Norteamericano Lyndon Johnson grababa para la televisión sus memorias y John Sharnik el productor de la Cadena CBS le preguntó cuál era a su juicio el mayor cambio habido en la política norteamericana de los últimos años: "Ustedes, respondió Johnson con vehemencia, ustedes los de los medios de comunicación. Todo en la política ha cambiado debido a ustedes, han hecho un nuevo tipo de gente, un nuevo tipo de pueblo". Desafortunadamente, en ese país hay un Presidente que piensa totalmente distinto y en el caso de México, el ejercicio de la libertad de prensa se ha visto seriamente amenazado, pese a ello, medios de comunicación serios, comprometidos con la verdad y la razón, así como periodistas de gran profesionalismo y credibilidad han roto los tabús que había entre política e información, esta realidad se ha visto enfrentada de diversas formas, si bien se niega desde Palacio Nacional, las agresiones, descalificaciones y amenazas, han sido constantes. La utilización de la violencia extrema contra el Derecho a la Información solo se vive en gobiernos dictatoriales.
Es necesario plantearse seriamente el problema de la proliferación de recursos del estado para minimizar el impacto de la información objetiva, una sociedad mal informada es proclive a la manipulación, en cuyo fondo subyace desde luego, la intención de alejar el acercamiento social a los verdaderos abismos que enfrenta la democracia frente al neo protagonismo del poder.
El otro tema latente que mantiene el pulso de la atención es la Discusión sobre la Nueva Reforma Electoral, cuyo Decreto apareció publicado en el Diario Oficial mediante el cual se crea una Comisión Presidencial para la participación y el diálogo, cuyo titular designó la Presidenta de la República: Pablo Gómez. En sus primeras intervenciones abrió más brechas que son urgentes descifrar, como su enfoque "la nueva fuerza política", un llamado despectivo a todo intento de intervención. Se prometió un diálogo, según el Akal de Filosofía, su raíz semántica es de origen griego (diá - a través de y logos tratado, discurso, entendimiento, comunicación) en este proceso inicial no se ha tomado en cuenta a la oposición ni se han convocado a expertos, académicos, medios de comunicación y grupos empresariales para la apertura temática; disminución de plurinominales, presupuesto, afectaciones, sólo percibo una tendencia: la de un áspero censor que señala la hegemonía del partido en el poder.
Es importante señalar lo que está en juego, la necesidad de no convertir la convocatoria en un clima asfixiante, la crítica ya está sobre la mesa. No es tiempo de indiferencia, la exigencia de cumplir la promesa de apertura respetando las propuestas es un rescate del derecho legítimo a la defensa de las instituciones, no ve con claridad el que no quiere hacerlo. Los mexicanos hemos aprendido a valorar la alternancia, la Presidenta Claudia Sheibaum lanza un Decreto de Reforma Política con la mejor de las intenciones, esta iniciativa debe ser muestra de nuestra tradición histórica, urge la exigencia y la participación, a partir de las transformaciones surgidas desde la globalización; el pueblo de México demostró capacidad para alcanzar acuerdos en Iniciativas de Ley del Ejecutivo, hoy no debe ser la excepción, la comunicación no se acepta insultante y carente de la más mínima inteligencia.
A lo largo del siglo XX generaciones de mexicanos vieron surgir ideologías diversas en el mundo y en el horizonte latinoamericano; socialismo, comunismo, fascismo, capitalismo, partidos de derecha, de izquierda, de centro y el irrumpir de grupos guerrilleros ya sin los ideales de quienes sembraron aspiraciones de libertad: Bolívar, Martí, Valle Hostos, Mariátegui, Cesar Augusto Sandino, y Haya de la Torre. En un tiempo muy breve nos daremos cuenta del sendero, del valladar de un cambio político y hacía dónde nos quieren conducir.