Nicole Perlroth, periodista norteamericana, hace una narración sobre el ciberterrorismo, basada en sus investigaciones, expuesta en: "Así es como me dicen que acabará el mundo". Me hizo reflexionar sobre los grandes cambios que estamos viviendo en el siglo XXI, con la creación del computador y la Inteligencia Artificial. La política y la economía mundial tienen particular afectación.
Es evidente que los valores trascendentes -bien, verdad, justicia, etc.-, los sociales -comunidad, reglas y normas- e individuales -respeto, dignidad, honorabilidad, etc.- están siendo re-jerarquizados. Yo, continúo manteniendo la fe en la raza humana, por cómo hemos podido superar los retos en las formas de convivencia a través de las distintas etapas transcurridas. Confío se repita el proceso y éste sea para bien.
Nicole, nos hace una narración de las opiniones expresadas en más de trescientas entrevistas que realizó a lo largo de siete años de trabajo y logró conmoverme, -únicamente basta leer el prólogo de su libro- le comparto datos, por parecerme de alto interés; señala la importancia -para bien o para mal- de la comunicación posmoderna.
Ella narra: en el año 2014, luego de que miles de ucranianos salieron a protestar y tomaron la Plaza de la Independencia de Kiev, finalmente fue expulsado de la presidencia Víctor Yanukovich, considerado un títere de Vladimir Vladímirovich Putin, dictador de Rusia. Recuperar el dominio de ese estado es prioritario para el líder de la federación.
Continúa narrando que en 2007, Putin había dicho a los periodistas del país: "si tienen tendencias patrióticas, es posible que intenten aportar su granito de arena a la lucha contra aquellos que hablan mal de Rusia". Era clara su postura -que luego daría lugar a la invasión a Ucrania- de intentar recuperar ese territorio para "la Madre Patria" y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, iniciara una defensa férrea que mantiene al mundo con preocupación y en zozobra.
Ya en 2025, la Ucrania occidental, quedaría con la pérdida de energía eléctrica durante seis horas. Se consideraba que el ciberataque se limitaba a los ordenadores que controlaban la red y se dudaba que cualquier otro estado contara con la capacidad de lograrlo; entonces, EUA no reaccionó eficiente y/o eficazmente.
En 2016, en Ucrania, se volvieron a quedar sin luz, apagándose la calefacción en las ciudades. El hackeo computacional estaba avanzando, desarrollando programas para dañar a enemigos políticos y robar información científica y tecnológica.
En tanto, el ex director de la NSA -Agencia nacional de Seguridad de los Estados Unidos-, Keith Alexander, calificó al ciberespionaje chino como "la mayor transferencia de tecnología", al descubrir que las pérdidas por robo de neo conocimiento sumaban millones de dólares. El robo de la tecnología norteamericana, luego se transforma en copias de aparatos y equipos para competir en contra de los desarrolladores.
Con la evidencia, las oficinas encargadas de inteligencia de EUA, definían que "sus capacidades eran mucho mayores que las de la oposición". En tanto, un grupo de hackers que se autodenominaba "Shadow Brokers", difundían códigos y herramientas computacionales de la NSA, para que fueran utilizados por aviesos.
Continúo compartiéndole datos: en 2017, Ucrania recibió otro ataque con un corte de comunicación computacional que impidió toda actividad; desde hacer una operación bancaria, cargar gasolina, comprar boletos de transporte o cobrar los sueldos.
El ataque se extendió a toda aquella empresa que hiciera negocios con Ucrania. Perlroth, escribe que tan solo Merck -farmacéutica- y FedEx -correos y envíos- perdieron mil millones de dólares. Para el 2019, Nicole calculó daños por diez mil millones de dólares.
En EUA, los trolls supuestamente rusos, crean desconcierto con campañas desorientadoras, caso de las armadas contra las vacunas COVID-19, señalándolas como "arma biológica de siniestra argucia de Bill Gates, para beneficiarse". Los conocedores catalogan a NotPetya, como "arma diseñada para destrucción masiva".
En 2019, la central nuclear de Ucrania, quedó sin sistemas computacionales, dejándoles sin información sobre la radiación que pudiera generar.
Sergey Goncharov, director de tecnología de Chernóbil, declaró: "vivimos una era totalmente distinta; ahora, solo existe la vida antes de NotPetya y la vida después de NotPetya" y es que el ataque había "reseteado" al 80% de las computadoras ucranianas.
Sergey coincide con la autora del libro, soportadas con las pláticas que tuvo con expertos durante siete años de trabajo. Buena lectura.
Tomando en cuenta el actuar de Trump, su relación con Putin y sus repetidas agresiones a distintos países, cabe pensar en el posible intento de imponer una nueva política mundial, encabezada por ellos.
Se presiente el intento de redistribuir el poder entre ricos -poseedores- y los pobres -trabajadores-; con extremos ultraderechistas -incluyendo a discriminadores raciales y hasta pronazis-; además, la izquierda radical -con su populismo dictatorial-, participando en la reestructuración planetaria. Todos, buscando modificar el sistema político/social para la repartición de la riqueza entre ellos. ¿Qué opina?