No habrá tercera guerra mundial: pastor llama a orar y volver a la fe
Aunque los conflictos armados en Medio Oriente generan temor en muchas personas, el pastor cristiano Valentín Bustos Cabrera afirmó que “no habrá una tercera guerra mundial”. Sin embargo dijo que hay que orar por La Paz.
El líder religioso consideró que la humanidad atraviesa tiempos difíciles, pero explicó que estos eventos son parte del cumplimiento de profecías bíblicas, como lo revelan los evangelios de Mateo y Marcos.
“Los que realmente estamos apegados a la fe y conocemos lo que la palabra de Dios dice, lejos de espantarnos, estamos orando para que Dios haga su voluntad”, dijo.
Consideró que el miedo predomina en quienes no conocen la palabra del Señor, y reiteró que este momento debe asumirse como un llamado a la oración y a la reflexión.
“El amor de muchos se enfriará y la maldad aumentará”, citó, al referirse a las señales de los tiempos que describen las Escrituras, y que, afirmó, hoy se manifiestan en violencia y crisis sociales.
Mencionó como ejemplo los recientes homicidios, feminicidios, suicidios, adicciones y desintegración familiar, que, a su juicio, son consecuencia de que “la humanidad se ha alejado de Dios”.
Advirtió que los actuales conflictos y catástrofes no son el fin, sino el principio de dolores que, según su fe, antecederán al regreso de Jesucristo y a tiempos aún más difíciles.
Llamado a la fe y empatía
Bustos Cabrera hizo un llamado a la comunidad para volver a la oración, fortalecer la fe y fomentar la empatía entre las personas como respuesta a la crisis global.
“La oración, el rezo, la súplica, el interceder por nuestras familias y por nuestros hijos es lo que realmente toca el corazón de Dios”, expresó el pastor evangélico.
Insistió en que, lejos de promover el miedo, este es un tiempo para valorar lo bueno que ha hecho Dios por las personas y acercarse a Él, sin dogmas ni religiones.
Finalmente, invitó a la población a mantenerse firme en la fe, fomentar el amor al prójimo y estar unidos en la esperanza de una transformación espiritual frente a la adversidad.
