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Música en un suspiro

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Haydn

¿Les gustaría ser un prisionero por 30 años?.. ya sé que su respuesta es no, pero ¿y si les dijera que su prisión será el castillo más lujoso y opulento de Europa?.. ¿persiste el no? Ok, y si les dijera que el director de la "prisión es un tipo culto, amable y sensible a las bellas artes, aparte de ser un buen músico... ¿Todavía no dicen que sí…? Bueno, va mi última oferta: serán el "reo" mejor pagado de Europa…, ¿no…? Bueno, hubo alguien al que no necesariamente le preguntaron, pero que por azares del destino vivió en esas condiciones: Franz Joseph Haydn.

Nace en 1832 en Rohrau, Austria, muy cerca de la frontera con Hungría. Desde muy niño muestra habilidades para la música, pero al provenir de una familia muy humilde es enviado a Hainburg donde recibirá las bases de su formación muiscal. Teniendo una hermosa voz es incorporado al coro de la Catedral de San Esteban en Viena. Su problema vino cuando creció y su voz blanca desapareció. Cuentan que el niño Haydn deambulaba por las calles de la gran ciudad pasando hambre y frío durmiendo a la intemperie. Un amigo lo rescata y con mucho esfuerzo logra comprar un piano con el que da clases, dándose a conocer en orquestas locales.

En 1759 es contratado como director de la orquesta del Conde Morzin. Esta sería la antesala de su "prisión". En 1761 sería nombrado Vice-Kapellmeister de la Corte de la prestigiosa familia Estherházy. Haydn vivió en Palacio de Estherhaza durante 29 años bajo el auspicio del Príncipe Nickolaus que siempre lo admiró, valoró y reconoció, al grado de convertirlo en el compositor mejor pagado de Europa en el Siglo XVIII… pero sí, efectivamente, fue un sirviente que recibía diariamente solicitudes de su patrón como si fuera un cocinero: "Hoy quiero comer faisán", esa era la orden a la cocina de Palacio, mientras que a Haydn le encomendaba: "Hoy quiero que me compongas un trío para baryton y cuerdas, ¡ah! Y para el mes que entra te pido tengas lista una ópera porque nos visitará la Emperatriz Maria Teresa…" Esa fue su vida por 29 años. Independientemente de lo que implica estar encerrado, él mismo reconoció que esta situación le trajo muchos beneficios. Por ejemplo, siempre tenía público refinado y educado en los bellísimos teatros y salones del complejo palaciego donde se estrenaban sus sobras.

Siempre tenía una orquesta de calidad a su disposición, pero, sobre todo, tenía tiempo para investigar y experimentar nuevos caminos en la composición. Al no estar en contacto con otros compositores, logró desarrollar no sólo un estilo propio, sino estructuras base de géneros enteros. Siendo 24 años mayor que Mozart, Haydn fue su guía indiscutible en la composición de cuartetos y sinfonías. De hecho, ambos llegaron a tocar juntos reconociéndose mutuamente su gran talento y creatividad. Y bueno, vale mencionar también que fue maestro de contrapunto de Beethoven en Viena. Haydn es considerado el padre de la sinfonía. Por un lado, escribió 106, aunque realmente son 108 si se consideran algunas partes extraviadas y sinfonías concertantes. Pero más allá de su copiosa producción, Haydn es valorado por haber establecido un canon o estructura para distribuir las ideas musicales dentro de un movimiento.

En Haydn, hay equilibrio y mesura, por ello es un clásico desde el punto de vista grecorromano, sin embargo ello no implica que sea frío o predecible, pues en múltiples ocasiones hacía bromas, eso sí, de muy buen gusto y con gran refinamiento. Entendamos que una "idea musical" es como si fuera un personaje en una novela, que sería digamos la sinfonía. Así, Haydn logró hacer que las "historias" de los "personajes" fueran más largas, profundas e interesantes.

En 1790, a la muerte del príncipe Nikolaus de Esterházy, Haydn es finalmente liberado con una copiosa pensión. Viaja a Inglaterra donde es sumamente bien recibido y aclamado al grado de ser nombrado Doctor Honoris Causa en Oxford.

A los 77 años de edad muere en Viena justo en los momentos en que era asechada por las tropas de Napoleón. "Aunque la jaula sea de oro, no deja de ser prisión", reza el dicho popular… pero como afirmara Viktor Frankl: quizá no tenía libertad, pero su espíritu fue tan libre que ha logrado escapar de la prisión del tiempo… en un suspiro.

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