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Música en un suspiro

El Trombón

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

El Trombón

El trombón, el más versátil de los instrumentos…, tal fue como lo definió en su momento Michael Praetorius, organista y compositor renacentista alemán. Esta afirmación llama la atención, pues la primera impresión al ver largos tubos entrelazados nos haría pensar en un instrumento torpe, lento y de mero acompañamiento.

Ahora bien, ¿en qué radica su versatilidad? Los instrumentos que tienen las notas ya hechas o marcadas como el piano o las flautas son instrumentos temperados, es decir, que se guían por la escala Temperada de 12 sonidos diferentes de una octava. Al igual que el violín, la viola o el cello, el trombón es un instrumento NO temperado, es decir, que su gran ventaja radica en tener doble vara que sube y baja, permitiendo tocar prácticamente todas las notas en todas las escalas, cosa que no pueden hacer los instrumentos temperados. Pero aún hay más.

El trombón no sólo puede tocar cualquier nota o afinar en cualquier escala, sino que es capaz de producir pianos, es decir tocar a volumen muy bajo para así para poder acompañar ensambles de cuerdas. Pero si de forte o gran volumen se trataba, el trombón podía hacer lo propio al lado de trompetas, cornetas y gaitas en torres de vigilancia y paradas militares. Originalmente, hasta el siglo XV se le conoció como "Sacquer et bouter" (es decir, sacar o meter), sacabuche o gran tromba. En esta época, las fiestas populares y ceremonias religiosas eran musicalizadas básicamente por una chirimía, como primera voz, una bombarda, una especie de gran oboe y una trompeta bastarda o de corredera, que sería a la postre, la abuela del trombón.

Para finales del siglo XVI, la música empezó a diversificarse en cuanto a estructuras y voces. Por su pequeñez, la trompeta bastarda no era capaz de alargarse lo suficiente, por lo que el trombón con sus grandes dimensiones vino a ocupar un lugar preponderante en los ensambles con registro cromático muy completos y logrando llegar hasta notas muy bajas. El trombón había ganado su lugar en la orquesta. Heinrich Schütz incluye ya trombones en sus sinfonías sacras.

El italiano Girolamo Frescobaldi escribe obras seculares de gran virtuosismo incluso para nuestra época. Y como era de esperarse, la influencia italiana llegó a Alemania y se materializó en los primeros conciertos para trombón solista en la pluma de Michael Haydn, Leopold Mozart o Johann Georg Albrechtsberger, por mencionar los más famosos.

Se dice que Beethoven fue el padrino del trombón por haberlo incluido en la orquesta filarmónica en el cuarto movimiento de su 5ª Sinfonía, además de sus cuartetos para trombón que se consideran obras maestras del contrapunto con un profundo impacto emocional.

El futuro que le esperaba al trombón y en el que vive actualmente es el de expresar un profundo espectro de emoción aunado a una gran potencia, quizá por ello decía Berlioz que el trombón posee nobleza y grandiosidad al mismo tiempo y que como un poeta podía expresarse como un monje tranquilo y meditativo, pero también podría lucir como un imponente salvaje en medio de una orgía… en un suspiro.

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