Albrechtsberger
Hoy haremos un examen de pronunciación de nombres de compositores famosos, así que como se dice en los cursos de inglés: "Repeat after me out loud": Bach…, creo que no hubo problema. Lizst…, mmm, no está mal. Schumann…, muy bien. Chopin… Bien, bien. Vayamos a nuestro último reto: Albrechtsberger... (risas).
Y ahí no para la cosa, pues ese es tan sólo su apellido. Su nombre completo es Johann Georg ALBRECHTSBERGER. Fue un compositor austriaco nacido en 1736, casi contemporáneo de Haydn, pues ambos murieron en 1809. Al igual que Haydn, desde niño, Albrechtsberger se da a conocer por su bella voz blanca, iniciando sus estudios musicales en la Abadía de Melk y de filosofía en el Seminario jesuita de Viena.
A los 19 años era ya un gran teórico del contrapunto y organista virtuoso, condición que le permitió ser nombrado organista de la orquesta de Viena y, además, hasta su muerte fue el Kapellmeister o Maestro de Capilla de la Catedral de San Esteban en Viena. Al ser Albrechtsberger un gran teórico y abrazar una gran cultura musical, se convirtió en el maestro de grandes compositores de la Historia, entre los que encontramos a Beethoven, Carl Czerny, J.N. Hummel, además de ser reconocido como el mejor organista de Europa por el mismo Mozart. Básicamente, generó una copiosa producción de música sacra, entre las que se encuentran 35 misas y oratorios.
Escribió 240 preludios y fugas para varios instrumentos a manera de estudio e investigación. Desgraciadamente, muchos de sus cuartetos, quintetos y tríos no fueron publicados; sin embargo, las obras que se conservan presentan un claro estilo style Galant o estilo galante preciosista propio de un rococó dieciochesco. Justo un año antes de la muerte de Mozart, en 1790, escribe y publica su obra Fundamentos de la Composición, que sería a la postre una obra obligada de estudio en la teoría musical. Un tema curioso y digno de mencionarse es el hecho de que Albrechtsberger dedicara su atención a la composición de al menos 7 conciertos para arpa de boca y orquesta de cuerdas.
A pesar de la naturaleza del instrumento que no le hace proyectarse como algo muy elegante y fino, Albrechtsberger logra hacer de estos conciertos, una propuesta fina, elegante y, por si fuera poco, su legado más famoso. La obra de Albrechtsberger, tanto sagrada como secular y teórica, se constituye como un puente entre el antiguo estilo polifónico barroco y la estructura clásica y romántica por venir. Albrechtsberger fue una influencia considerable en todos los compositores austriacos de su tiempo. Sus arreglos orquestales y su enfoque panorámico lo colocan como la gran síntesis musical desde el Renacimiento hasta el Clasicismo. Sin Albrechtsberger la música por venir hubiera sido muy diferente.
Música en un suspiro.