
Dirección. La exposición está ubicada en ICAMI Laguna (Calle Cepeda 370, Primitivo Centro)
El pasado 23 de junio fue inaugurada la exposición titulada “La química de la docencia”, dedicada a recordar la vida y el legado de Arturo Alvarez Ramírez, profesor de la Universidad de Guadalajara, quien se encuentra en proceso de beatificación, una vida plena y alegre de la que todos podemos aprender a ser mejores, a vivir en paz y con alegría.
La exposición, ubicada en ICAMI Laguna (Calle Cepeda 370, Primitivo Centro) busca compartir el legado y los logros de Arturo Álvarez Ramírez a través de objetos personales, la recreación de laboratorios y aulas de su época y un conjunto de pinturas, fotografías, testimonios y documentos que demuestran su sencillez, profesionalismo y amor por la vida y por los demás.
“Es muy importante mostrar a los profesores, alumnos, padres de familia, trabajadores y a la población en general la vida de alguien que dio testimonio de cómo se puede llegar, incluso a los altares, haciendo de manera extraordinaria lo ordinario, de cómo se puede alcanzar una vida plena y en paz cumpliendo en cada momento la voluntad de Dios”, afirmo uno de los promotores de esta iniciativa.
Arturo Álvarez Ramírez, hijo de un albañil, nace el 5 de mayo de 1935 en Ciudad Guzmán, dónde creció y estudió hasta el año 1951. Fue en este año cuando se trasladó a la ciudad de Guadalajara, dónde pasaría el resto de su vida. En 1953 cursó sus estudios profesionales en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Guadalajara.
El Vicario Auxiliar del Opus Dei, Mons. Mariano Fazio, comentó al visitar la expo cuando estuvo en la ciudad de Guadalajara, “no tuve la gracia de conocerlo personalmente, pero hace 12 años me llegó una biografía del “Inge”, y me conmovió. Me conmovió no porque hiciera cosas extraordinarias, sino que en una vida muy normal de profesor universitario, en su familia, en el ambiente en que se movía, supo dejar la garra del espíritu cristiano”.
En 1963, Arturo conoció al Opus Dei y fue agregado a partir de 1966. Tuvo la fortuna de conocer a Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, en la ciudad de Roma. También contó con la oportunidad de conocer al beato Álvaro de Portillo quien le enseñó que podía llevar a Dios por medio de su trabajo.
La exposición, que aperturó el día 23 de junio y finalizará hasta el 9 de julio, puede visitarse lunes, martes, miércoles y viernes de 10:00 a 12:00 y de 16:00 a 18:00, los jueves únicamente de 10:00 a 12:00, la entrada es gratuita y el recorrido no lleva más de 15 minutos.
La exposición ha recorrido hasta ahora más de 12 ciudades y ha sido visitada por más de 10 mil personas de todas las edades.