
Gran concierto. Al despedirse, los integrantes de Molotov prometieron volver el próximo año a Ámsterdam. Así finalizó una tarde de verano en un rincón de la urbe neerlandesa donde resonó el orgullo de ser mexicano.
La banda mexicana, que se caracteriza por sus canciones provocadoras e incendiarias, llegó a Ámsterdam para llenar la noche de rock, rap, heavy metal y deleitar a los asistentes, en su mayoría mexicanos que emigraron a Países Bajos e hicimos el viaje en tren de varias horas para ver a Molotov. Estuve en el concierto porque mi amigo Marcos, originario de Gómez Palacio, celebraba su cumpleaños y convocó a sus amigos mexicanos para que lo acompañáramos a disfrutar a la agrupación en concierto.
Entonces, los mexicanos que vivimos en Eindhoven, Utrecht, Groningen, Tiel, es decir, de todos los rincones de Países Bajos, nos reunimos en Ámsterdam para ir al concierto de Molotov que tocó el pasado 21 de junio. Un inusual día de calor ardiente en la capital neerlandesa (el frío dura 6 meses al año), en el día de la música alrededor de mil quinientas personas fueron a la sala de conciertos llamada La Vía Láctea, en neerlandés Melkweg, ubicado en Lijnbaansgracht 234a). Un día especial porque corresponde a la celebración de los 750 años de fundación de la legendaria Ámsterdam, lo cual significó que hubo una gran celebración en las carreteras de las afueras de la ciudad para celebrar este histórico acontecimiento.
Por otra parte, en el corazón mismo de Ámsterdam, en el centro histórico, llegamos en tranvía a la sala de conciertos Melkweg y escuchamos las rolas que marcaron la historia de Molotov: Amateur, Mátate Teté, Voto latino, Frijolero, Parásito, Gimme tha power, Me convierto en marciano, entre otras tantas.
Sin duda, entre los asistentes, uno de los números que causó más furor fue cuando sonaron las estrofas: “porque fuimos potencia mundial, somos pobres, nos manejan mal. Dame, dame, dame todo el power”.
Esta canción, que data de 1997, es una crítica a los políticos del partido hegemónico que dominó por décadas al país, los integrantes del Partido de la Revolución Institucional (PRI). En ese no tan lejano 1997, no había transición democrática en el sistema político mexicano y por eso la voz irreverente de Molotov queda como testimonio de un México antes del año 2000.
Quizá por eso los jóvenes que tienen menos de 35 años no comprenden lo que era nuestro país antes de que hubiera un cambio democrático.
Continuando con las canciones interpretadas está Parásito, que fue coreada por la multitud: “Todos trabajan y tú estás durmiendo. Y esperas la noche para estar bebiendo. Eres un pará, un parásito”.
Randy Ebright, se presentó a la audiencia como el vikingo de Minnesota y nos deleitó con la destreza en la batería, en la guitarra y cantando. Jay de la Cueva, Micky Huidobro y Paco Ayala tocaron incansablemente las dos horas que duró el concierto.
En este concierto no estuvo en el escenario Tito Fuentes.
Después del exitoso y tumultuoso concierto en Ámsterdam, viajaron a España, específicamente a Gijón, Madrid, Barcelona y Sevilla. Antes de finalizar, no podía faltar la canción Pu…, compuesta en 1997, se concibió como una crítica al gobierno.
Al unísono la multitud, acompañó con su voz esta controversial rola. Muy conocida por los chavorrucos que ahí estaban presentes.
Al final, invitaron a todas las mujeres que quisieran subirse al escenario para acompañarlos. La respuesta fue nutrida y muchas mujeres nos subimos al escenario gracias a la ayuda de la gente de seguridad y algunos de los propios asistentes que nos apoyaron a subir porque estaba muy alto el escenario y todas traíamos falta o vestido.
Al despedirse, prometieron volver el próximo año a Ámsterdam. Así finalizó una tarde de verano en un rincón de la urbe neerlandesa donde resonó el orgullo de ser mexicano.