LO CONFIESO SIN RUBOR: NO ME GUSTA EL FUTBOL SOCCER
Sé que es el juego más popular del mundo. Su baratura influye en eso. Un balón basta para poner a 22 jugadores (¿son 22?) a darse de patadas, y a un público de decenas de miles de espectadores a gritar: "¡Heeeey, puto!".
Gran negocio es el futbol. A fin de llevar gente al estadio tiene más copas que los brassiéres o sujetadores. Hay campeonatos de liga y de liguero; octavos de final y de principio; juegos amistosos y de exhibición; partidos por la mitad y por la cuarta parte.
Mi ciudad no tiene futbol profesional. A un empresario foráneo se le ocurrió llevar ahí un equipo de tercera división. De cuarta o quinta era el tal equipo. En la cancha había más gente que en las tribunas, y eso sin contar al árbitro, a los técnicos y al aguador.
El deporte de Saltillo es y ha sido desde hace luengos años el beisbol. No es mía la frase, por eso no me hago responsable de ella: "El beisbol es lo que deberíamos ser. El futbol es lo que somos".
¿Será cierto? Quién sabe. A lo mejor en estos tiempos ni a futbol llegamos.